Marionetas de sangre

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Sangre salpicada por todos lados, no había un solo lugar por donde pudieses pisar y no mancharte de sangre. Prácticamente imposible, una escena digna de una historia de terror, pero esto era la vida real, esto era en serio. Una parte del cuarto estaba completamente pintada de carmín, el suelo, la pared, las ventanas, e impensablemente, el techo; el asesino se dio el trabajo de colorear el espacio, para que su creación, tuviese una escena de fondo, que mostrase el grandioso artista que era. Un pintor, creador, escultor, espectacular. Resultaba demasiado perturbador a primera vista la impactante escena, a pesar de que, no había ningún tipo de intestino fuera, solo demasiada sangre derramada, varios cortes en el cuerpo, y un particular corte en el pecho, mostrando así su corazón.

El cuerpo, que se encontraba sentado en la silla frente al escritorio, pareciera que estuviera descansando, pero tristemente, era un cadáver, que estaba sentado cual muñeco de trapo; lo más impensable de esto, era que, ciertas partes del cuerpo estaban pegadas unas a otras con cinta de embalaje, simulando un muñeco viejo con remiendos, pero esa no es la peor parte, no; la peor parte ocurre, al descubrir un hilo de pescar que se tensaba al cruzar la puerta, este alzaba el inerte cuerpo por los aires, haciéndolo parecer una marioneta. Sostenida y manejada por hilos.

Una escena bastante turbia para más de uno, pero esta fue la escena que se tuvo que presenciar para descubrir el estado en el que se encontraría esa pobre maestra. El asesino quería que lo viésemos directamente, sabía que lo haríamos, y que la imagen grabada en nuestras pupilas, nos perseguiría en pesadillas, nos asecharía a diario, preguntándonos si seríamos lo siguientes, o si en las sombras se escondía nuestro posible fatídico final.
El suceso conmocionó a todo el colegio, el lugar se llenó de murmullos, contando posibles teorías que podrían ser las que relatasen cómo sucedieron los hechos, o simplemente quién podría ser el real asesino, porque, si es bien cierto, había varios sospechosos. Sin embargo, una sola persona sabía cómo sucedió todo en verdad, sabe lo que pasó, detrás de ese sangriento cuadro, pero, principalmente, sabe quién es el verdadero asesino.

Alicia, una chica de bachillerato, alumna de la profesora asesinada; una persona bastante observadora y que sabe muchas cosas, más de las que te podrías imaginar, bastante misteriosa, pero con una personalidad muy cambiante, nadie sabe cómo es realmente. Todas las personas que la conocen, no se hacen llamar sus amigos, o son solo compañeros de clase, o conocidos; nada más. Tiene un tipo de personalidad distinto con cada uno, es por eso, que saber su verdadera personalidad es un misterio. Ella es un misterio completo.

(....)

Todo comienza en un día normal de clases, la clase de historia comienza, y cada uno de mis compañeros tiene una reacción distinta; unos sufren, otros la miran cómo si la quisieran matar con la mirada, otros se aburren, u otros simplemente la ignoran, en mi caso, no difiere mucho del de ellos. Un día común en el bachillerato, en una clase de historia. Pero esa tarde, todo cambiaría, absolutamente todo.
Si analizamos pacientemente a mis compañeros, te puedes fijar que algo en común, es la mirada de odio, si las miradas mataran, la maestra estaría 3 metros bajo tierra desde hace mucho tiempo atrás. A pesar de esta similitud común en toda la clase, unos la miran con odio, con rencor; pero hay unas cuantas miradas que no puedo descifrar que es lo que buscan decir, son una mezcla de miles de emociones, y me es prácticamente imposible saber su significado.

Los minutos pasaban y la clase seguía su curso natural, pero, sentía que había una muy palpable tensión en el lugar, la profesora mantenía una lucha de miradas con algunos alumnos; hasta este momento, no sé por qué lo hizo; el tiempo se detuvo mientras esto ocurría. Para cuando faltaba un poco de tiempo para que la clase acabase, la profesora hizo un comentario hacia toda la clase, pero todos sabemos que era específica y directamente para los muchachos de mirada filosa; no pude entender bien el comentario, ya que me distraje con algo que sucedió fuera del aula, pero al parecer fue un comentario bastante significativo, ya que muchos la veían con aún más odio, si es que eso era humanamente posible, otros la veían sorprendidos. Este dichoso comentario marcaría un antes y un después en este curioso día.

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