CAPÍTULO 14

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Pov Mina

Ella parecía estar al límite. Sus hombros estaban tensos, su mandíbula apretada. Sharon solo había estado con ella unas horas, y ya podía notar el estrés que le había causado.

Quería ir a ella, abrazarla y decirle la verdad, pero no podía.

No le haría eso a mi padre, no importaba lo malo que fuera continuar esta farsa.

Se había vestido para el trabajo, pero estaba aquí en mi porche caminando de un lado a otro como un tigre enjaulado listo para abalanzarse.

Luego me dijo que Sharon estaba de camino a París y todo tuvo sentido. Probablemente le había dejado una nota que sonaba tan insensible y cruel como ella, y probablemente lo había hecho mientras ella dormía sin siquiera mirar atrás.

Mientras tanto, yo había tocado la cama vacía y la había echado de menos antes de salir de la habitación que se suponía que era nuestra.

¿Cómo podíamos ser parientes?
¿En dónde estaba su corazón?

Tal vez yo había recibido todas las emociones cuando estábamos dentro del vientre de mi madre. Tal vez Sharon no tenía ninguna, y yo tenía demasiadas.

Odiaba dejarla marchar sin respuestas. Sin amor. Sin besos.

Quería hacer todas esas cosas por Chaeyoung, pero no podía.

La vi alejarse con el corazón en la garganta y con lágrimas en las mejillas.

Sharon Myoui.

Mi hermana.

La amaba, pero era una persona terrible.

Ella estaba haciendo lo que fuera, disfrutando de la vida, probablemente comiendo un croissant y coqueteando con un camarero francés. Mientras tanto, yo me sentía miserable.

Nunca había estado tan triste en toda mi vida. Todo en lo que había podido pensar cuando salí de su casa era en Chaeyoung volviendo a casa, tirando a mi hermana en la encimera de la cocina y perdiéndose dentro de ella. Quería vomitar cada vez que se me cruzaba por la cabeza y me ahogaba en celos.

Ella la llamaría por su nombre, y esta vez, sería el nombre correcto para la chica correcta.

¿Notaría alguna diferencia?
¿No fui nada para ella?

No hace falta decir que en los días siguientes pasé más tiempo deprimida en la casa que en cualquier otra cosa. Fue la depresión más profunda que jamás había experimentado.

—Minari, ¿estás preparada para ir con tu padre a su cita de hoy? Hay algo de papeleo del que tengo que encargarme en la oficina —me preguntó mi madre.

Me sorprendió que me lo pidiera. Normalmente, me decía que hiciera algo como si no tuviera otros planes en mi vida. No los tenía, por supuesto, pero ese no era el punto.

—Claro. No me importa. Será agradable pasar algún tiempo con papá.

Y lo sería.

No había pasado mucho tiempo con él desde la boda, y con él teniendo dificultades para recibir sus tratamientos de quimioterapia, no quería perder ni un solo minuto que pudiera pasar a su lado.

Lo llevé al hospital y me estacioné cerca de la puerta.

Saliendo del auto, fui a la cajuela y saqué su andador. No siempre había usado un andador, pero los últimos meses habían sido duros para él. Necesitaba ayuda para salir del auto, pero una vez que estuvo de pie junto a su andador, me subí al auto, estacioné unas cuantas filas atrás y luego regresé para acompañarlo adentro.

THE GAME | MICHAENG [G!P] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora