XIV

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Diana veía a través de la ventana del auto, sus amigos reían y bromeaban hasta que guardaron silencio al ver a la castaña en silencio.

—Prince, ¿Qué pasa?—preguntó Clark con preocupación, la veía por el retrovisor, Arthur se giró sobre su asiento para ver mejor a la ojimarrón.

—Lo estoy—les sonrió a los chicos—Es sólo que estaba pensando-les dedicó una media sonrisa y regresó su vista al paisaje.

—¿Es por ______?—preguntó Curry, a lo que Diana asintió—Si quieres podemos volver, te vas de viaje con ella o le preguntamos si quiere venir—sugirió, a lo que el ojiazul asintió, pero la amazona negó con la cabeza.

—Me avisó que saldría, dudo que acepte venir—les explico con una sonrisa—Es sólo que esperaba pasar más tiempo con ella—confesó con un gran suspiro.

—Habrá más tiempo para salir con ella... Entonces la pasaremos bien—miró a su amigo, quien asintió ante el comentario y le subieron a la música para poder un poco más.










Diana sonrió al ver a Steve bromear con sus amigos, observaba cada movimiento del chico hasta que notó que el ojiazul la veía de reojo dedicándole una linda sonrisa y moviendo su botella en forma de brindis.

Deberías hablarle —le dijo uno de la armada, a lo que la castaña se negó —Hazlo, pocas veces encontramos a esa persona a la cual amar, mira —sacó una fotografía de su chaleco —Ella es Alicia, mi esposa y la niña que está sobre sus brazos es Penelope, mi mayor adoración. Alicia y yo nos conocimos en un desfile que hicieron para los de la armada, fue amor a primera vista —sonrió como enamorado al recordar a su esposa con un lindo vestido de color blanco y bailar como si su vida dependiere de ello —Estábamos tan enamorados que decidimos casarnos, y lo hicimos, gracias a la ayuda de un amigo pude darle una casa en donde me esperaría hasta mi regreso —miró a la ojimarrón —Y ahora tenemos una linda hija, por eso te digo que hables con él, si se te da la oportunidad de amar, no lo desaproveches, porque será lo más increíble que puedas vivir. No importa el tiempo que duren, sino que ese sentimiento siga ahí -palmeó su espalda con una gran sonrisa —Lo mandaré para ti —la amazona lo vio confundido, hasta que notó que el soldado se colocaba de pie y se acercaba a Trevor, mientras hablaban y ambos miraban en dirección a la mujer.

Diana se colocó de pie y comenzó a caminar por el bosque, quería dar un último vistazo antes de que se fueran a dormir.








Clark se acercó a Diana con una sonrisa, le ofreció una botella de agua, ya que sabía que su amiga no era de tomar cualquier tipo de alcohol.

—¿Qué es lo que pasa por tu cabeza? —le preguntó cuando se sentó a su lado, observando a los chicos que estaban jugando para ver quién tenía más fuerza, el que perdía iba por las siguientes bebidas.

—Es sólo que estaba recordando a Steve —respondió con un suspiro, bajó su cabeza para ver sus manos, en donde portaba un anillo que el chico le había regalado.

—¿Aún lo extrañas? —le prestó atención a la amazona, quien asintió con la cabeza —¿Lo sigues amando? —preguntó tranquilamente, a lo que la castaña levantó la vista para verlo.

—Nunca dejé de hacerlo —confesó pensativa —Fue el primer hombre al que amé, el que marcó mi vida —se llevó una mano a su pecho.

—¿Qué ha pasado con _______? —preguntó interesado, estaba preocupado por la reacción de su amiga cuando iban en el auto.

—Ella es increíble, sin mencionar que no he salido con una mujer —ambos soltaron una leve risa por lo último —Estos días que hemos salido, han sido los más asombrosos para mí, lo hace tan único —sonrió al recordar su último viaje —Pero hay algo que nos impide seguir, y es por ambos lados, no sólo por el mío—su sonrisa se fue apagando poco a poco —Es sólo que sé que ella aún ama a alguien y aunque yo quiera negarlo, sigo amando a Steve —se quitó en anillo para verlo con más detalle.

—Debes hablar con ella —aconsejó a su amiga —Así no podrían hacerse daño y cada una continuará con su vida, incluso si quieren estar en la vida de la otra como amigas, eso no sería tanto problema —le explicó con más detalle su idea, antes de que decidiera tomar una decisión tan abrupta.

—Lo tendré en cuenta —sonrió como agradecimiento —Debemos volver con ellos —inclinó un poco su cabeza en dirección a sus amigos, quienes estaban tratando de llamar su atención.

—Vamos —se levantaron al mismo y antes de que acercaran, el ojiazul susurró sin dejar de disimular su sonrisa —No les diré nada, sólo hazlo cuando estés lista —le dio un leve toque en la espalda y se acercó a los chicos para continuar con su juego para ver quién tenía más fuerza.











—Si llega a pasarme algo, quiero que seas feliz, que tengas una vida —susurró Steve, ambos estaban acostado en la misma casa de campaña, mirándose cara a cara —Quiero que tengas una hermosa familia sea la persona que sea, la cual sientas que es la indicada —tomó la mano de la mujer y se la llevó a sus labios para dejar un beso en el dorso.

—Tú eres el indicado —confesó, sentía que de alguna forma el chico se estaba despidiendo de ella —Sólo quiero formar una familia contigo —acarició su mejilla, estaba detallando cada mínima facción —Quiero ser feliz contigo y poder compartir más de una vida —lo miró fijamente, el chico sonreía cada vez más enamorado, que no dudó en acercarse a ella y besarla como había deseado, hacerle sentir todo el amor que estaba sintiendo en ese momento.

—Te amo —susurraron al mismo tiempo, ocasionando que ambos sonrían aún más, sintiéndose felices por tal confesión.








𝑺𝒂𝒍𝒗𝒂𝒎𝒆 | ᴡᴀɴᴅᴀ ᴍᴀxɪᴍᴏғғ/ᴛᴜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora