Dancer in Disguise | h.s

Capitulo 2

"¡Livie!"

"¿Sí?" Oír mi nombre me sacó de mi trance y me giré para ver los ojos azules de Tess mirándome fijamente, con la cabeza inclinada hacia un lado muy ligeramente. Era extraño que se las arreglara para parecer una chica joven con tanta facilidad, pero, de nuevo, los hombres que frecuentaban el club no eran precisamente de clase alta y probablemente les gustaba ese tipo de cosas. Sólo podía imaginar el tipo de clientes que tenía en su habitación.

"¿Estás bien? Parece que has visto un fantasma o algo así", me dijo y le envié una pequeña sonrisa, negando con la cabeza.

"Estoy bien, es sólo que... Hay un tipo ahí fuera y me llamó la atención, eso es todo", expliqué.

Tratar de restar importancia a la situación no funcionó, ya que ella chilló, abriéndose paso a mi lado y mirando más allá de la puerta de atrás del escenario para escudriñar al público.

"¿Dónde está?" Susurró. Era difícil de creer que no lo viera con tanta facilidad como yo, pero enseguida recordé que compartíamos un gusto diferente en cuanto a los hombres, aunque, hay que reconocerlo, no tenía mucha experiencia con ninguno fuera de estas cuatro paredes.

"¿El joven junto a la barra, con los tatuajes?" Dije, señalando con cuidado la dirección en la que miraba. No quería llamar demasiado la atención a nosotras por miedo a que se diera cuenta, pero era difícil no mirar la definición de su mandíbula y sus anchos hombros mientras se giraba para pedir otra bebida en la barra. Apenas parecía tener más de 27 años, y sólo ese hecho me hizo preguntarme cómo había encontrado el camino a este club de mala muerte.

"Oh, ¿él? Ha estado aquí algunas noches antes. Aunque nunca pareció muy interesado", comentó, girando sobre sus talones y dirigiéndose hacia el vestuario, y yo la seguí rápidamente.

"¿Lo ha hecho?" pregunté. Tenía curiosidad por saber más sobre este hombre misterioso, pero algo me decía que no se había convertido en un cliente habitual como muchos de los que estaban sentados cerca del escenario, con los ojos prácticamente desorbitados mientras veían bailar a Cloe. "¿Sabes algún nombre o algo?"

"No. No creo que haya subido todavía, pero esta noche podría ser la noche. Nunca se sabe", canturreó con un movimiento de dedo y un guiño, atravesando la puerta.

El camerino estaba lleno de espejos de tocador, parecidos a los que se encuentran entre bastidores en un teatro. Parecía adecuado teniendo en cuenta que todas estábamos actuando para los hombres de fuera. Sólo otras dos personas ocupaban el espacio aparte de nosotras, Cloe y una chica nueva cuyo nombre era Megan, y saludé a ambas rápidamente antes de volver mi atención a la chica que estaba sentada frente a su puesto, empolvándose la nariz.

"Phoebe", empecé, tomando asiento junto a ella y observando por un momento mientras trataba de ordenar mis pensamientos dispersos. "¿Por qué crees que esta noche sería diferente a las otras noches que ha estado aquí?".

La chica dejó la polvera en el suelo y se volvió para mirarme, como si la respuesta estuviera pegada a su frente y fuera obvio que yo no entendía nada. ¿Lo estaba?

"Porque esta es la primera noche que ha estado aquí cuando tú has estado trabajando, tonta", explicó con un movimiento de cabeza. "Todos sabemos que ahora mismo eres la mayor estrella del club. No hay duda de que probablemente esté aquí para verte sacudir tus atributos".