Fundado en el año 1000 después de la Creación, durante la Guerra de los Dioses,
el reino de Ivalya fue creado por Sirlia y los tres Inmortales, uniendo a todas las
razas de la diosa para combatir al dios dragón Firan, que deseaba consumir la
creación entera para alimentar su poder. Unidos bajo la diosa, las razas de Ivalya
lograron prevalecer contra el dios dragón y el dios Criatios, comenzando una época
dorada de esplendor donde todas las razas convivían en armonía. No obstante, esta
unidad comenzó a resquebrajarse. Los humanos, al ser la raza menos longeva y
careciendo de los poderes mágicos de las otras, empezaron a ser tratados como
inferiores. Los inmortales intervinieron, con William tomando el lado de los humanos,
mientras que Iris y Soren tomaron el lado de las otras razas, empeorando la división.
El reino finalmente cambió cuando Soren los abandono, ocasionando que Iris dejará
el reino a la cabeza de las razas mágicas, para fundar el Imperio de Sekia. Ivalya
comenzó a perder su esplendor, convirtiéndose en un paisaje de ruinas
abandonadas, vulnerables a los ataques e invasiones de sus vecinos.
Deseando salvar a su pueblo William tomó el liderazgo de la humanidad y los
levantó en una cruzada contra sus enemigos, liderando numerosas guerras contra
bestias y seres malvados, recuperando el antiguo territorio del reino a punta de
fuego y espada. Demostrando el poder de la humanidad y su capacidad al trabajar
unida, William salvo el reino de Ivalya de la destrucción, a pesar de los ataques de
otras razas que no deseaban ver prosperar a la humanidad, creando un fuerte
sentimiento de unidad entre los ivalyanos y una hostilidad hacia las razas no
humanas. Eventualmente Ivalya volvió a levantarse como uno de los reinos más
fuertes en todo Astrea, pero a pesar de sus intentos William fue incapaz de reunirse
una vez más con sus hermanos inmortales, y el resentimiento de generaciones se
volcó en una guerra entre Ivalya y las demás razas, una guerra que sigue hasta hoy
en día.
