No puedo quejarme con la vida, ya que todo lo manifestado en ella se debe a cada una de mis acciones. Y para lamentarme, sinceramente no tengo tiempo.
He cometido muchos errores, he vivido cosas increíbles, he sobrevivido una gran cantidad de años a costa de algunos sueños..
Me idealicé un futuro sencillo, con pocas trabas, con grandes recompensas; solo que obvié la parte del esfuerzo, el dolor y la carga que costarían estas recompensas... Que tonto, no?Mi filosofía de vida no me permite bajar los brazos y darme por vencida. Sé que mi orgullo fue la causa de que esta derrota me doliera tanto, pero también se que él fue el motivo por el cual lo intenté, y de verdad.
La vida es cruda, un poco dura, no te permite soñar con el presente; te obliga a idealizar un futuro que en gran parte, te vacía por dentro. Me ha consumido un sin fin de pensamientos lamentables.. Me costó demasiadas penas tener la claridad de genio que tengo hoy, y lo peor, es que sigo siendo demasiado joven.
Se que me esperan desafíos más difíciles, se que irremediablemente el sufrimiento y la tristeza van a acompañarme en cada uno de mis pasos al costado.
Pero quizá logre encontrar la fuerza para seguir intentándolo.A lo largo de mis diecinueve años, pude experimentar el dolor más grande que una adolescente puede experimentar, y es la culpa, el arrepentimiento.
Supongo que cuando uno imagina la adolescencia, suele imaginar errores sin culpa, mentiras piadosas, es la supuesta "edad de oro", en donde uno se equivoca, lagrimea, se ríe y sigue.Pero yo cargo con cada uno de esos errores en mi espalda...
Me carcomen la cabeza y suelen dejarme varias noches sin dormir.Aún así, sigo levantándome día a día poniendo el pecho, abriendo la puerta y al instante agachándome para esquivar la primer trompada de parte de la vida. Aunque pierda 100 a 1, me queda la satisfacción de esquivar aunque sea la primera, ja.
Suelo creer que soy muy joven para plantearme tanto la vida, para sentirme tan responsable de los dolores que he causado en los demás, o para cuestionarme tantas veces cada paso que voy dando..
Pues la realidad es que me he vuelto mi propio enemigo. Y eso es algo que debería solucionar pronto.. Ya que, he pasado tanto tiempo conmigo misma, que me conozco tan bien... Tan bien como para autodestruirme en una milésima de segundo y reconstruirme en unas cuántas miles, o cientos de miles.Pues ahora me tengo con un arma apuntando en la cien, contando las milésimas para no disparar. Y lo peor de todo, es tener la incertidumbre de no saber que parte tuya es la que predomina en esta situación..
Pero así es la vida; si supiéramos las respuestas de todo de antemano, que gracia tendría?
Me queda esperar, confiar en mi parte sana y rogar que la insana no se aproveche de la situación de vulnerabilidad. Dejar que se renueve mi orgullo para que de una maldita vez, pueda dejar de vivir cargando con un arma en mi bolsillo para gatillarme la cabeza en la primera de cambio...Justo en la cien.
YOU ARE READING
Catarsis y otras formas de morir...
RandomNunca sentiste la necesidad de expresar tus sentimientos aunque sea en un absurdo pedazo de papel? Bueno, esta es una recopilación de mis absurdos trozos de papel que transmiten mi forma de ir muriendo...