Convirtiéndote en poesía

En las nubes (𝐏𝐀𝐑𝐓𝐄 𝟐)

Corría como si al llegar allí me esperaría una fuente de agua para beber de ella, como si me estuviera esperando alguien, como si estuviera a punto de encontrar mí otra mitad.

El viento me hacía estremecer, los colores se empezaban a intencificar y a brillar.

Era un sentimiento que no podía explicar.

Después de correr por horas hacia adelante, comenzaba a notar que en el medio había una luz más fuerte, como si fuera el sol que le hacía falta.

El sol que lo completaba.

Cada vez que me acercaba se podía ver qué dentro de la luz se encontraba una figura.

No podía descifrar quién era, pero a medida que llegaba al final sabía que me esperaba alguien.

Y eso me daba fuerza para seguir corriendo.

No lo podía creer, estaba llegando.

Hace unas horas me daba miedo, pero ahora lo único que quería era llegar, no me importaba que me estuviera esperando del otro lado, aunque fuera la muerte, hubiera seguido.

No me interesaba, si sabía que se iba a sentír así de bien.

La vista empezaba a ser más clara.

Hasta que en un abrir y cerrar de ojos te vi.

Vi como tus ojos me miraban como si también hubieras encontrado lo que llevabas buscando toda la vida.

Me mirabas como si yo fuera el oro que esperabas encontrar, me mirabas como nunca antes lo habían hecho y sonreías como si hubieras ganado.

No entendí porque estaba en las nubes hasta que te vi.

En ese momento comprendí todo.

Estaba allí porque tu me hacias sentir así.

Pero yo tenía q tomar una decisión.

Por eso tenía miedo.

Sabía que si corría hacia la luz me sentiría completa por primera vez, pero te estaría entregando mí corazón y mí alma y no quería arriesgarme a que lo rompieras.

Pero si corría hacia la oscuridad nunca me sentiría completa y jamás hubiera sabido si mí vida habría sido mejor contigo.

Desde ese día no pude bajar de las nubes, pero nunca tuve que volver a elegir.

Solo estába allí porque se sentía bien y jamás dejé de correr hacia ti.

Y jamás lo haré.

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