CAPITULO 3

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Narra Sasuke

Era una mañana tranquila, como todas las mañanas quería ver qué hacia mí padre en el trabajo así que le pedí que me llevara con el.

-Por favor, papá llévame contigo-le roge.

-No, es demasiado peligroso Sasuke-me respondió.

-Pero es solo por hoy-le contesté poniendo un puchero que nunca fallaba.

-Que dices Mikoto, ¿Lo llevo?-lo oí decirle a mí madre.

-Que sea solo por esta vez Sasuke-menciono mí madre.

-Gracias mamá, me iré a cambiar-le dije emocionado.

Termine de cambiarme y automáticamente me subí al auto, junto a mí estaba mí hermano.

Al llegar a la estación la recepcionista alertó a mí padre de una llamada que recibieron sobre dos chicos que estaban encerrados hace más de 10 años.

-Sasuke e Itachi, ustedes vendrán conmigo mientras nosotros atacamos por adelante ustedes irán por atrás y rescataran a los que están encerrados-menciono mi padre en un tono autoritario.

Inmediatamente nos dirigimos a donde se rastreaba el celular que emitió la llamada. Cuando llegamos nos preparamos para ingresar por detrás. apenas logramos entrar a el lugar, se podía oler un fuerte aroma a sangre y a otras sustancias. logramos divisar una habitación donde se escuchaban quejidos de dolor , sin dudar entramos en el cuarto.

-¿Q-quienes son?-oi la voz de un chico.

-Somos la policía-pronuncio seguro mí hermano mayor.

-Por fin, voy a poder salir de aquí con él-balbuceo al vernos.

-Ya tranquilo, no te pasará nada déjame que lo cargo-intente tranquilizar al chico frente a mí.

-Vamos te ayudaré a caminar-hablo mi hermano poniendo el brazo del chico en su hombro.

Apenas salimos subimos a una de las patrullas y se nos traslado hacia el hospital más cercano. Teníamos la orden de mantenernos ahí hasta tener alguna noticia sobre las personas rescatadas.

-¿Que sucederá con ellos Itachi?-pregunte curioso.

-Al mayor de edad se le dará de alta y podrá quedar solo y el menor iría a un orfanato hasta que cumpla la mayoría de edad-me contesto con una pequeña sonrisa en su rostro.

-Eso no será asi-oi a una mujer con el tono de voz de mí madre.

-¿Como?-pronunciamos al unísono.

-Como escucharon, esos dos chicos vivirán con nosotros-menciono la mujer acercándose más.

-Si chicos, su padre lo decidió así para tener un seguimiento a este caso-alego mí madre.

No pudimos seguir hablando que el médico llamo para saber qué tan grave estaban los dos jóvenes.

-¿Ustedes están a cargo de estos dos jóvenes?-nos pregunto el médico.

-Se podría decir que si-le contesto mí madre.

-Como deben saber estos dos chicos sufrieron múltiples abusos, el adolescente es el que más sufrió, tiene varios desgarros en sus parte trasera y todo su cuerpo está marcado con cortadas de cuchillo, aparte de tener quemadas de cigarro en sus partes íntimas y su cuello-nos menciono el médico.

-¿Y el otro joven?-pregunto mi madre.

-El otro, que es un adulto, no tiene tantas heridas internas, pero si externas. Moretones y cortadas, quemaduras y alguna que otra costilla rota. Pero los dos saldrán al mismo tiempo del hospital-le contesto el medico a mi madre que tenia cara preocupada.

-¿Puedo ingresar a la sala?-interrogo mí madre.

-Claro, sigan a la enfermera que los guiara a la habitación-agrego el medico desapareció entre la gente.

La seguimos hasta la ultimo cuarto del piso. El aroma de los hospitales me daba náuseas no me agradaban pero su madre quería estar con esos chicos y no le quedaba de otra que quedarse.

Se le hacía raro eso de su madre ya que nunca se metía en los casos de su padre, será el quien se lo pido pero ¿Para que? Sus pensamientos se aplacaron cuando hablo su progenitora a las dos personas que se encontraban frente a ellos acostados en una camilla.

-¿Q-quienes son? ¿Que buscan de n-nosotros-hablo el rubio de cabello corto y ojos azules.

-Hola cariño, no te haré daño te quiero ayudar-lo tranquilizó mí madre.

-Gracias, gracias por atender mí llamada-escuche al otro hablar.

-Es nuestro deber, ¿como se llaman? y ¿nos pueden decir sus edades?-menciono mí hermano.

-Mi nombre es Deidara, y tengo 25 años según lo que tengo entendido-mencino el rubio de cabello largo.

-Y tu, ¿Como te llamas?-le pregunto mí madre al otro chico.

-Na-naruto Uzumaki, asi me llamo y tengo 16 según la fecha actual-pronuncio tembloroso.

La cara amable de mí madre se llenó de preocupación ¿Que era lo que la tenía así? ¿El nombre de aquel chico le provocó algo raro? Mí cabeza se hacía miles de preguntas que no tenían respuestas a menos que se lo pregunté pero no me animaba.

Los días pasaban y con mí madre visitábamos el hospital diariamente para ver cómo se encontraban esos chicos. Era raro que mí mamá así con aquellos chicos hasta convenció a mí padre para que cuando salieran del hospital vinieran a casa.

Mis cuestionamientos eran aplacados al ver la felicidad que le causaba la presencia de mí mamá a Naruto.

Los meses fueron pasando y las heridas de Deidara y Naruto sanaban como corresponde. Pronto irían a su casa solo era esperar a que les den el alta.

La pasábamos muy bien enseñándole a Naruto a escribir y leer para que entra en al colegio conmigo me estaba encariñando con aquel rubio.

Hasta que le dieron el alta y subimos a un taxi para marchar mí hogar donde debía compartir mis cosas con el.

Te Sacaré De La Oscuridad-SasuNaruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora