❝Mi linda chica | [𝐉𝐞𝐨𝐧𝐠𝐦𝐢𝐧]❞✔️

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"¡Park Jimin!" La voz del magnate irrumpió en la serenidad del lugar. 

Jimin levantó las manos, "Tranquilízate Appa, relájate. Está bien, estoy acostumbrado a verte con diferentes chicas". 

"Aigoo, para tu información, esta dama de aquí no es una amante", dijo Jin Young y Jeongyeon solo pudo suspirar mirándolos. 

"¿Entonces ella es mi futura esposa?" Jimin la señaló y sus ojos se contactaron. 

La especialista en finanzas lo miró como si estuviera lista para matarlo. Jimin simplemente le sonrió y ella instantáneamente se sintió incómoda. Jeongyeon desvió la mirada y respiró hondo antes de mirar a Jin Young, "Creo que debería irme".

El magnate estaba a punto de protestar cuando ella se levantó de su asiento y estaba lista para irse, pero se detuvo cuando vio que la mano de su hijo ya sostenía la muñeca de Jeongyeon. 

Estaba asombrado por la audacia de su hijo. "No te vayas", le dijo Jimin y todavía tiene esa extraña sonrisa en su rostro. 

Jeongyeon esta vez recuperó su confianza y le lanzó una mirada mortal. "Si eres mi prometida, entonces deberíamos conocernos", le dijo Jimin apretando su abrazo. 

"No soy su prometida, así que déjeme ir, señor, y aléjese". 

"Aniya, no te dejaré ir si no regresas a tu asiento." 

"¿Quién eres tú para decirme qué hacer?" 

"Solo soy Park Jimin".

"¿Entonces?" ella arqueó una ceja. 

En cualquier momento, su otra mano libre está lista para abofetearlo. Jin Young suspiró sintiendo la irritación de Jeongyeon contra su hijo. 

"Esto no es bueno", se susurró a sí mismo con frustración. Por supuesto, a ella no le gustará trabajar con él ahora que sabía lo testarudo que es su hijo. "Jimin, suéltala. Ella no es tu prometida", ordenó el magnate. 

"¿Quién es ella entonces?" Jimin le preguntó a su padre, pero todavía no la deja ir. 

"Ella es la experta financiera de la que estoy hablando". 

"¿Jjinja? ¡Daebak! Es joven", expresó tan asombrado.

Jeongyeon luego usó con impaciencia su mano libre para quitar su agarre y cuando lo hizo con éxito, lo empujó y dejó a los dos. 

Jimin solo pudo verla irse, mirando todo su cuerpo mientras desaparecía de su vista. 

"Ella es sexy", murmuró en voz baja.