El relato que te contare a continuación no es una historia de amor, tampoco de desamor, solo es una historia común, en una vida común...
Todo comenzó en Inglaterra, un joven de 27 años paseaba tranquilamente por la calle obscura de regreso a su casa, el barrio, normal como siempre. Nada distinto a lo cotidiano, la luz de los faroles de las calles, los perros ladrando en algunas casas el sonido del viento en las hojas de los árboles, unos cuantos adolescentes regresando de la fiesta, la vecina de al lado entrando a hurtadillas para no despertar a su esposo, como decía nada fuera de lo normal para alguien que vive solo en un vecindario medianamente tranquilo, en una casa promedio.
Cada mañana ir al trabajo, regresar, comer, dormir; la misma rutina a diario. Sin embargo, había días que me divertía, no era alguien de muchos amigos a pesar de eso vivía bien los fines de semana solía pasarlos con Dylan, mi amigo desde la infancia. a veces jugábamos videojuegos otras solíamos salir de fiesta a bares a encontrar amores de una noche, aunque admitiré que en algunas ocasiones nos llevábamos una que otra golpiza por besar a alguna casada, pero cada puñetazo, cada golpe valía la pena por pasarla bien, quizá algo irresponsable, pero... qué más da. Cuando eres joven nada de eso importa.
Una vida normal entre semana y cada fin de semana dejaba salir una parte de mí, cubriendo con alcohol, sexo y drogas un poco de mi ser; y no, por si te preguntas mi alma nunca ha sido lastimada, de hecho, yo no soy del tipo que haya sufrido alguna clase de trauma durante su niñez, ninguna mala experiencia, acontecimientos desagradables como la perdida de algún ser querido, algún intento de violación por parte de un familiar, ni siquiera sufrí lo que se conoce como un corazón roto. En resumen, nunca he pasado por ninguna crisis emocional, a decir verdad... nunca he tenido que preocuparme por nada de ello.
Siempre fui y he sido un joven normal, mi infancia fue buena; tuve unos padres amorosos que nunca me golpearon, en la escuela jamás sufrí de algún abuso por parte de mis compañeros todo lo contrario siempre fui tratado bien, pese a que yo sobresalía en los estudios, tenía reconocimientos por parte de los maestros y no tenía muchos amigos, pero ahora entiendo que no importa la cantidad, sino la calidad. Ya que lo pienso... todos mis años en la escuela fueron algo que muchas personas desearían tener. Una vez egresado de la universidad, continué viviendo con mis padres durante un plazo de un año, donde me dediqué a buscar algún trabajo, pero como es de esperarse, un recién egresado nunca obtiene un buen trabajo al salir ni terminas siendo un millonario exitoso de la noche a la mañana.
Sin embargo, tenía una buena vida, después de algunos años me había establecido en una casa propia y un trabajo, no muy común y que muchas personas tacharían como pésimo, pero después de un tiempo en él, te acostumbras, el aroma de podredumbre en una funeraria no es tan malo como crees. Se gana una buena vida a costa de vivir de la desgracia de otros. Y yo no soy una persona supersticiosa ni mucho menos, por lo cual cada cadáver, cada persona bajo el bisturí, no me son de gran importancia, ni siento que me atormenten sus espíritus por las noches... ja, tampoco me he encontrado con algún acontecimiento paranormal, en fin, este es un noble tranquilo y bien pagado trabajo, pese a las críticas o las creencias de la sociedad.
En fin, al contarte todo esto debes conocerme un poco mejor, supongo que ya estás listo para escuchar aquello que quiero contarte...
Una noche mientras salía de mi empleo me encontré con una figura familiar, o eso creía. Aquel cabello rubio y esa silueta eran difíciles de olvidar. Susan, una compañera de la universidad, una estudiante modelo a pesar de lo que otros podrían creer de ella no era solo una cara y cuerpo hermosos, tenía cerebro, era una mujer bastante interesante siempre apasionada por los estudios además de un increíble espíritu aventurero, no mantuvimos una relación muy apegada, pero en ocasiones coincidíamos. Al verla, me acerqué a saludarle y al tocar su hombro para hablarle; ella giró su cabeza e imaginen lo grande de mi sorpresa al percatarme de que no se trataba de Susan, en ese instante me di media vuelta y retrocedí intentando salir de ahí lo antes posible.
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Relatos de un alma gris
Mystery / ThrillerMarc, un joven de 27 años caminaba tranquilamente por la calle obscura de regreso a su casa, el barrio parecía normal, el sonido de los perros, el viento, los ruidos comunes de la medianoche. Todos los días la rutina era la misma. Sin embargo, una...