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Estaba en casa, llegué temprano del trabajo,trabajo con ventas de departamentos en Miami. Nuestro apartamento está ubicado en un par de los edificios más lujosos de Miami.

Recuerdo cuando buscábamos apartamentos para comprar, nos íbamos a casar, estábamos enamorados y a Joel le encantó este apartamento y el lugar, frente al mar. Decidimos comprar el apartamento. Hubo momentos de gran felicidad en este lugar, recuerdo que joel gustaba quedarse aquí en el balcón mirando al mar.

Hoy todo es completamente diferente, no sabía el momento exacto en que nuestro matrimonio comenzó a enfriarse. El deseo parece haberse acabado. Todo entre nosotros es tan frío. Estoy a punto de pedir la separación. Ya no estoy soportando esta situación. Lo he estado pensando durante varios días.

Escucho el sonido de una llave en la puerta y supe que era él. Entró, cerró la puerta y fue directamente al dormitorio. No me miró. Es prácticamente la forma en que estamos viviendo. La comunicación es cada vez más difícil.

Estaba muy feliz con Joel. Sigo sintiendo ese amor, se que existe, pero últimamente estoy hecho pedazos, me duele mucho ver hasta dónde dejamos que se quede nuestro matrimonio.

Estaba pensando, todo estaba tranquilo, el viento era débil, Joel vino a la cocina. Abrió el frigorífico y se quedó mirando. Me levanté y fui hacia él.

- Hola,hay comida en el microondas. No fue hace tanto tiempo que me lo puse. - cerró la nevera y fue al microondas.

- ¿Carne de nuevo?- Habló y me miró.

- Debería probar la comida antes de quejarse.

- Pero ayer comimos carne.

- Solo come. - dije y decidió calentar. - De acuerdo, ¿cómo estuvo el trabajo?

- Normal, como todo el dia. - respondió y sacó un poco de jugo de la heladera.

- Joel, sé que no quieres hablar de esto, pero tenemos que hablar.

- ¡No esta conversación otra vez!

- Pero es necesario, ¿quieres seguir viviendo así?

- No estoy de humor para hablar, ¿puedes respetarlo? - Me miró con seriedad.

- ¡Todo bien!¡Voy a dormir en la habitación de invitados!- Hablé y él miró hacia otro lado.

- Haz lo que creas que es mejor. - habló sin importancia y sacó la comida del microondas.

Volví al balcón, me senté allí y no miraba nada, poco a poco vinieron las lágrimas y lloré en silencio. Dolía ver que no le importaba nada y ni siquiera intentaba hacer nada para que nos sintiéramos bien.
¡Es como si se estuviera rindiendo con nosotros! ¡de nuestro amor!

Me quedé allí varias horas,luego decidí entrar, cerré todo y me dirigí a la habitación de invitados. Era difícil vivir con Joel, no se abrió para que hablemos, ya no sabía qué hacer, nos íbamos alejando cada día más.

Al día siguiente, me levanté temprano, me preparé para el trabajo y lo encontré en la mesa tomando café, usaba lentes oscuros.

- ¿Buen día?- Dije tomando un café.

- ¡Buen día!- habló en voz baja.

- ¿Vienes a almorzar en casa?

- ¡Probablemente no!¡Tengo muchas cosas que hacer en la oficina!

- Y la cena, ¿podemos al menos cenar juntos?

- ¡Yo no sé! Depende, si no me canso demasiado. ¡Quien sabe!- Habló y se puso de pie.

¡¡Luna de miel!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora