Boruto abrió de golpe sus ojos, se incorporó en su cómoda y lujusa cama, las sábanas finas cubrían sus piernas y una costosa pijama todo su cuerpo; confundido acarició sus dos pestañas con ambas manos, luego de eso dirigió su vista hacia su ventana, aún era de noche.
No entendía que estaba pasando ¿Acaso fue un sueño?
Si fue eso, esta vez fue diferente, porque cada vez que sueña con su libertad, cuando despierta siente una sensación de insatisfacción y tristeza; sin embargo, en esta ocasión se sentía... Bien.
En su corazón había paz y tranquilidad, completamente satisfecho por lo que ocurrió, ni siquiera se sentía mal por el hecho de separarse de ese misterioso y amable chico; era todo lo contrario, además de que algo en su mente le decía que, él aún sigue acompañándolo de alguna u otra forma.
Es como, cuando te despides de un amigo y al día siguiente lo encontrarás de nuevo en el salón; algo dentro de él sabe que Mitsuki regresará y que, mientras tanto esa estrella lo acompaña desde el cielo.
Volvió a acostarse con esa hermosa sensación de tranquilidad y compañía, cerró sus ojos e inmediatamente quedó dormido, sin soñar en nada, sin sentir nada.
Al día siguiente, se sentía igual; es como si un escudo invisible lo rodeara, impidiendo que todas las malas emociones lleguen a él. Sin duda era extraño, eso lo tenía intrigado por lo que decidió investigar.
— Himawari — Llamó a su media hermana, quien estaba jugando en el gran y hermoso jardín del palacio, ella dirigió su mirada hacia el mayor, Boruto se acercó con un paso bastante elegante, lo normal en un príncipe.
— ¿Qué pasa?
— Ayer... ¿Escapé de casa? — Fue directo.
La pequeña ladeó su cabeza confundida.
— ¿Qué?
— Ayer Himawari ¿Escapé? ¿Salí del palacio?
— No... Nunca salimos... ¿Estás bien? — Se puso un tanto nerviosa por aquella pregunta, esos nervios aumentaron más en el momento en que Boruto se quedó en silencio, con su mirada perdida, fuera de este mundo.
Asustada por esa extraña actitud, se alejó lentamente para buscar a su mamá.
— Joven príncipe — Llamó uno de sus sirvientes, o mejor dicho un tipo de secretario que le recordaba todo lo que debía hacer, e incluso se encargaba de asegurarse de que el rubio rebelde lo hiciera; de lo contrario el rey podría ser muy cruel, por lo que todo el tiempo parece estar nervioso.
Cada día, tiene miedo de que el príncipe se niegue a hacer sus tareas, tiene un sólo trabajo y él se lo complica demasiado.
— ¿Qué pasa Denki? — El mencionado se sorprendió al notar esa aura tan tranquila que se expandía alrededor del príncipe.
— Bu-bueno... En cinco minutos comienzan sus clases de matemática, debería darse prisa — Respondió observando el cuaderno donde tenía todo apuntado. — Por cierto, me di cuenta que no desayunó, no es correcto que tenga clases con hambre...
— No pasa nada, no tengo hambre — Dijo de inmediato antes de recibir un pequeño sermón del sermón que podría darle su padre. — ¿Qué ocurrió con las clases de geografía?
Denki se sorprendió aún más.
¿El príncipe sin hambre?
¿El príncipe está interesado en sus clases?
Pero, no era correcto estar en silencio, así que rápidamente salió de sus pensamientos acomodando sus lentes.
— Su profesor ya no puede dar clases por cuestión de la edad, sin embargo en tres días vendrá su nuevo profesor, junto a su hijo al parecer — Explicó.
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El Príncipe Uzumaki | MitsuBoru
Fanfiction。。。𝚄𝚗𝚒𝚟𝚎𝚛𝚜𝚘 𝙰𝚕𝚝𝚎𝚛𝚗𝚘。。。 Joven príncipe Uzumaki, eres tan alegre como un niño, tan resplandeciente como el sol. Joven príncipe Uzumaki ¿Dónde te has metido? ¿Por qué te has alejado de tu hogar? Joven príncipe Uzumaki, tu único consuelo...