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— ella es tn — susurraron pero fue el peor susurro que alguna vez escuché

— si cállate la despertaras — contestó otra voz pero esta era masculina

Vamos tn abre los ojos

Abrí un poco mis ojos y vi a oh. oh...

— te vi abrir los ojos mala actriz —  Mierda

Si Kevin y la pequeña Camila estaban mirándome pero igual  cerré mis ojos pensando que lo hice muy rápido y no lo notarían pero al parecer se dieron cuenta

— jajaja pésima actriz — maldita niña

— no te burles niña — dije intentando sentarme pero no pude y grité cuando el dolor punzante de mi estomago aumentó haciéndome soltar una palabrota frente a la niña que hizo coro conmigo en el grito 

—  ya cállate cami — Kevin se acercó a la cama en la que estaba y alejó a la niña de mi lado cosa que agradecí pues aparte de aver estado aplastándole me dejó con el tímpano pitando

— hay ya grosero — empujó la mano de su hermano y se dirigió hacia mi — espérame aquí te traeré algo — y se fue dejándome aquí sola con su hermano. A no pero no le bastó eso porque aparte ¡¡CERRO LA PUERTA LA MALDITA!!

— ya, ni que te fuera a violar — rodó sus ojos

— cállate — dije acomodandome con ayuda de el y terminamos cerquita más cliché. No claro que no.

— como saliste de la cárcel — preguntó serio alejándose

— ¿porque esa pregunta? Mira yo tengo una mejor — soné mi garganta y le hablé... — ¡¿PORQUE MENTISTE EL DÍA DEL JUICIO MALDITO IDIOTA?! —... Bueno quizá le grité. Pero tengo mis razones

— deja de gritar loca — una cachetada en su mejilla fue lo que recibió. El puso su mano en el lugar afectado y me miró con el ceño fruncido

— Buen golpe chica — dijo Camila entrando con una bolsa en manos

— no fue un golpe tonta... — se quejó su hermano —... Casi me saca la muela — susurró pero lo escuché

— bien no importa — le restó importancia cami — mira aquí tienes... Em.... — abrió la bolsa — así si chocolates, caramelos, y bueno eso para que no te deprimas okey? Y no te preocupes yo se lo que se siente que te disparen en el estómago pero bueno ya me voy — caminó hacia la puerta. Salió y cerró. De un portazo

— wtf

— está loca — Kevin me miró — ni siquiera sabe como es una bala — me reí de la idiotez que carga su hermana

— ya lo noté — el sonrió

Suspiró— sobre lo del juicio... Tuve que hacerlo

— explícate

Iba a hablar pero la puerta de la habitación se abrió dejando ver a una Leti con el pelo recién mojado

— como estás — preguntó pero solo miré mis sábanas como si fuera lo más importante del mundo

— yo las dejaré solas

Kevin se levantó y salió de la habitación cerrando tras suyo. Yo no quería que se fuera. No confiaba en el pero al menos más que en Leti

— lo siento — levanté la mirada para ver a Leti. Tenía sus ojos llorosos. No me gustaba verla así

— porque lo hiciste

Mi garganta tenía un nudo pero podía hablar más o menos con claridad. Ella me traicionó y no fue por que se le dio la gana. Todo tiene que tener un porque. Espero que el aver recibido un disparo en el estómago solo para venir aquí al pedo

— tenía que hacerlo — levanté una de mis cejas y le indique que siguiera — debía meterte en la cárcel no puedes estar en esta misma vida. Sabía que en el penal ibas a estar a salvo. En esta vida te puedes morir a causa de los tráficos y los traficantes. Son gente peligrosa. No quería perderte — se puso de cuclillas al lado de la cama. Tomó mis manos y me miró — no quiero perderte. No quiero que me dejes  como Matt — y las lágrimas que luchaban por salir al fin cayeron por sus mejillas sonrosadas

La miré. Solo la miré. Matt era el hermano de Leti ella estaba destrozada se le notaba en sus ojos. Pero no podía confiar. Ni en ella. Ni en Kevin. Ni en Fer. En nadie

— tn te convertiste en mi hermana menor. No puedo dejar que algo te pase. Pero ya no puedes volver a la cárcel

— Leticia cómo sabías que en la cárcel no había alguien que quisiera hacerme daño — lo que me dijo no tenía mucho sentido. Supe que no pensó en eso cuando bajó la mirada

— eso no lo pensé — suspiró — pero agradezco que estés bien

Y así sin más salió de la habitación

Ya no puedo confiar en nadie. Desde ahora soy solo yo. Y si es necesario acabar con todos es lo que haré. No seré juguete de nadie. No otra vez

Nuestra amiga perdida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora