Al despertar me encontré sola, me levanté y fui al baño de su habitación y arreglé mi pelo lo mas que pude, cepillé mis dientes con un cepillo viejo que había dejado hace tiempo y lavé mi cara hasta quitar resto de lágrimas y demás.
Salí de su habitación y caminé por el pasillo hasta llegar a la espaciosa sala y luego me adentré en la cocina, la madre de Mateo se encontraba detrás de la barra haciendo no se que, mientras que su padre hablaba hablaba con ella y Mateo le daba el desayuno a Sauly, su hermanita de 10 meses. Los miré sonriendo, me encantaría que mi madre estuviera viva, aquí conmigo. Caminé hacia ellos con las manos en los bolsillos y al acercarme estos me sonrieron.
-Buen día- dije y me senté en el medio de Mateo y el señor Donovan, Mateo puso el platillo con la mini-cucharilla en su mano derecha y con la izquierda sostuvo mi nuca y besó mi frente.
-Ahh, son tan hermosos- dijo Melissa (su madre) suspirando, Mateo se carcajeo y siguió dandole el desayuno a su pequeña hermanita, Melissa me sirvió el desayuno y yo lo comí en silencio.
-No sabía que te habías quedado anoche, tu padre a llamado y no he sabido como contestarle- su padre levantó su vista hacia mi y mi cara se transformó completamente, se me había olvidado el problema con mi papá-
-No es nada- me removí incomoda en la silla-
-Keith puedes confiar en nosotros, se le escuchaba muy preocupado- interfirió su madre-
Mis ojos se aguaron.
-Me iré a Miami, a casa de una tía- dije y me levanté algo incomoda-
Melissa y Damian me miraron sin comprender.
-Lo siento- fue lo único que pudieron articular estos-
Asentí.
-¿Vienes conmigo Mat?- dije dirigiendome al castaño, este que había permanecido en silencio asintió y se levantó dejándole la bebe a su padre-
-Claro, vamos-
Fuimos a su habitación y recogimos mis cosas, al salir subimos a su moto.
- ¿A dónde vamos?
-A tu casa- soltó este en tono obvio-
-Pero no quiero- dije suspirando-
-No te pregunté- dijo suspirando igual
-No te golpeó por no causar un accidente- dije fastidiada , mi compañero río-
Al segundo nos estacionamos y al bajar le dí en su hombro, Mateo soltó un gritito de chica y yo no pude evitar reír.
- Y ¿Por qué fue eso?- dijo tocandose donde le dí, yo lo miré con una sonrisa burlona- Wow bebe, si que golpeas bien- soltó de repente y me rodeó los hombros con su brazo guiandome a la puerta de mi casa, lo miré confundida-
Menudo idiota traigo de novio.
Entramos con mi llave y Mateo me llevó directamente al comedor.
-Buen día- dijo el susodicho al entrar, mi papá nos miró y se levantó-
-Mateo- dijo en modo de saludo- Keith, ¿Crees que podamos hablar ahora? - Asentí y nos sentamos en el sofá -
-Te escucho-
-Keith, se desde un principio que te pondrías así, pero ya he hablado con Ericelys- dijo refiriéndose a mi tía-
- Yo puedo cuidar sola de mí- lo interrumpi- Y también de Kris.
-Dejalo terminar Keithleen- reprochó Mateo a mi lado-
-Se que puedes, pero estudias, no te daré mas cargos de lo que ya tienes; te he transferido de escuela, el vuelo sale el Jueves a las 9:00 PM.-
-¿Quién cuidará de Kristal?- pregunte ya enojada, todo esto me olía a puras mentiras-
-¡NO LO SÉ KEITHLEEN!- gritó haciendo que diera un respingo, mis ojos se pusieron acuosos y no pude evitar sentirme de lo peor- ¡TODA MI VIDA SE ESTÁ YENDO A LA MIERDA, NO SE CÓMO ACTUAR, QUE DIABLOS HACER!- de sus ojos comenzaron a salir lágrimas- si tu madre estuviera aquí...
Se levantó y se fue, escuché como subía las escaleras y luego cerraba la puerta.
Tres simples palabras...
Soy una mierda.
Holaaaa!!! Espero y no me maten xD
Trataré de subir los fines de semana.Besitos:*
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Otra historia de princesas no.
Teen FictionMuy pocas cosas en la vida son perfectas, y en esta historia no va a ser la excepción. Descubre como Alexander, una chica de veintiún años de edad, encuentra el amor verdadero en un chico equivocado. Ella está destinada a sufrir, él a amarla. Aunq...