Nota #1

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Alguna vez pensé en ser futbolista, no recuerdo si era bueno, solo sé que en todos lados jugaba a pesar de ser el más pequeño del grupo. Aunque quizás eso podría haber sido por ser el dueño del balón.

También quise ser cantante, tengo memoria de un niño de 8 o 9 años haciendo una audición a su mamá después de ver el factor xs. Como era feliz cantando vallenatos de kaleth Morales, de binomio de oro y Jorge celedon.

Como olvidar mi etapa de youtuber, un Andres alcanzando los 1000 suscriptores en 2014, cuando no muchas personas lo habían logrado en Barranquilla.
Muchos videos que causan vergüenza, pero que se convirtieron en los últimos recuerdos de un Andres constante en sus pasiones.

Antes de esto tuve mi última faceta como deportista, la halterofilia. El mejor infantil de mi club, el mejor infantil de mi categoría en el Atlántico. Un viaje frustrado. El mejor sub-15 del Atlántico. Un viaje autosaboteado.
Nunca sabremos la historia de un Andrés deportista con mucho potencial pero poca disciplina.

Estudié diseño gráfico. Por primera vez sentí la presión que genera mi irresponsabilidad, el sentimiento de no querer seguir, el miedo de fallar, el suspenso de no saber si iba a poder con todo lo que había dejado para última hora. Por primera vez mi ansiedad me llevó a retirarme antes de tiempo, por primera vez me deje ganar.

Llegó la etapa de la psicología. ¿Cómo llegué aquí? ¿En qué momento decidí que me gustaba algo de lo que no tenía ni la menor idea de que trataba? ¿Me perdí? ¿Me trataba de encontrar?
Un intento desesperado de encontrar estabilidad por medio de una carrera bien vista por mis cercanos. Una decisión forzada por la presión de no estancar e y encontrar algo que moviera con pasión mi vida.
Resultado: un lugar increíble, con personas increíbles, que no dejaban el sabor de boca que esperaba.

Me esforcé en que mi romance con la psicología fluyera y por un momento lo logre. Pero como un mal chiste en un velorio, la vida se interpuso en lo que debía ser mi logro más importante.
El capricho de una vida pobre me llevó a rendirme una vez más, esta vez con más vergüenza, al tener espectadores esperando ese resultado.

Dicen que de los errores se aprende, yo quería convencerme a todo motor, de que cabía perfectamente en ese dicho. Por segunda vez entre a estudiar diseño gráfico. Estaba decidido a que esta fuera la oportunidad para encaminar todo lo desviado.
Inesperadamente y por primera vez me sentí atrapado y enamorado de un lugar. Personas hablando de las cosas que me gustaban, pero que nunca había tenido la oportunidad de sacar; personas escuchando la música que nadie se había animado a escuchar conmigo; personas que volteaban a verme, a mi, no a la sombra que había decidido ser para figurar, a mi, al real. Mi lugar en el mundo ¿donde estuvieron toda mi vida?

A pesar de que una vez más perdí, una vez más mi ansiedad ganó y no pude culminar, esta vez no todo fue perdida. Esta vez la villana dejó cabos sin atar.

Descubrí que sentía más pasión por la colorización del nuevo video de wos, que por la letra de su canción; que me emocionaba más escribir por horas un buen guión, que ir a una fiesta; que pasaba más tiempo pensando en todos los proyectos audiovisuales que quería hacer, que en cómo retomar mis estudios de psicología.
¿Al fin me encontré?

Entonces por qué... ¿Por qué aumentó la ansiedad y la depresión? ¿Por qué si encontré lo que quería, no logro levantarme y empezar a trabajar en mis sueños?

Le otorgó la culpa a muchas cosas, al no tener las herramientas necesarias, al no tener las personas necesarias, al no tener los conocimientos necesarios, pero ¿estoy siendo honesto? ¿Una vez tenga todo este conjunto, comenzará la acción?

Apuntó de rendirme he decidido quemar mi último cartucho y en un movimiento casi apresurado e impulsivo, me inscribí en la universidad, cine y audiovisuales.

Después de tanto tiempo llorando, aguando mis decisiones, peleando con la ansiedad de dejar apagar mi pasión más grande, decidí que la única forma de no morir en vida era aventurandome de la manera más fácil y temerosa de todas, y la única que conozco: tirándome al agua sin pensar.

Si no tiene sentido este escrito, perdón. Lo escribí sin pensar.

Notas de un AnsiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora