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–Estás increíblemente sexy ésta tarde. No sé si han sido las horas de sueño, pero ¿sabes qué? Pareces una diosa–.

– ¿Te estás quedando conmigo? No te rías en mi cara–.

–No me estoy riendo, va muy en serio. ¿Es cierto eso de que puedes derretir el hielo con sólo tocarlo? –.

–Sí, pero eso es algo de lo que nunca podrás tener experiencia sensible–.

– ¿Y por qué? –.

–Porque has quedado con tu rusa, y aunque no hubieras quedado, no te lo demostraría–.

–No es rusa–.

–Me da igual lo que sea–.

–Y ¿si no voy? –.

La distancia entre ellos empezó a acortarse.

Zayn le apartó un mechón de pelo de la cara.

–Ella se enfadará–.

–Podría llamarla y decirle que estoy enfermo o cualquier cosa–.

– ¿Llamarla? – él asintió –déjala plantada sin avisarla y te enseño a derretir el hielo–.

Zayn se mordió un labio y entrecerró los ojos quedando un gesto demasiado sensual en su cara.

–No soy tan mala persona. Imagínate que fueras tú, ¿te gustaría que te dejaran plantada? –.

–No estamos hablando de supuestos, Zayn. Hablamos de aquí y ahora–.

–Uff– soltó –me lo pones complicado–.

–Tú decides–.

–Supongo que no tengo otra opción más que dejarla plantada, sin avisarla y que tú me expliques cómo haces que un huelo se deshaga con sólo tocarlo–.

El silencio de apoderó de ambos. ¿Ahora qué se suponía que debían hacer? Zayn le acarició el brazo desnudo y la atrajo hacia su cuerpo.

–Espero que no me hagas arrepentirme de lo que voy a hacer–.

–No lo haré, te lo juro–.

–En ese caso…– su traviesa mano ascendió por sus caderas –dime cómo derrites tú el hielo–.

–Eh, espera. ¿A qué viene ese afán de “lo haré porque no me queda más remedio”? Los dos sabemos que a ti la rusa te importa bien poco–.

–La rusa, como tú dices, es demasiado potente–.

–Que imbéciles sois todos los tíos. Siempre detrás de lo mismo–.

– ¿Ah, las tías no? – sonrió – ¿A qué has venido a buscarme, ______? ¿A qué sólo te baje el volumen? –.

______ entonces se mordió el labio por dentro. Tenía razón. Sentía una presión demasiado fuerte en todo su cuerpo. Escomo no existiera la gravedad y empezara a flotar. Zayn parecía de otro mundo, tan guapo, tan sexy, tan varonil, tan seductor, tan todo…

–Primero– se aclaró la garganta para cambiar el tema –necesito hielos–.

–Es un buen punto de partida– rió – ¿cuántos necesitas, eh? –.

–Los que quieras tú–.

–Espérame en la cama. Estaré contigo enseguida. Ah, y sí que eres muy buena en eso de desviar la atención eh…–.

A ______ le temblaron las piernas tanto o más como su conciencia. Se acordó de Harry y bueno, no es que fueran novios, pero él le tenía un cariño especial a ella y… ¡qué diablos! ¡Iba a disfrutarlo!.

Sin remordimientos, sin pensar en nada ni en nadie, solamente concentrándose en el chico que había ocupado una hora antes su sueño.

Smooth Talk; zm.《TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora