Cap 4

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Izayoi

Como siempre Inu-no todavía no toleraba el alcohol, aun que borracho era igual de encantador como siempre, vi como los rayos del sol se posaban sobre su esculpido abdomen, solté una risilla, me levante de la cama con cuidado para no despertar a Inu-no, seguramente cuando se despertara tendría una terrible resaca. Una vez vestida salí de la alcoba y fui hacia la alcoba de Inuyasha, no lo había visto después de saludarnos y tampoco a su adorable secretaria, llegue a la alcoba donde se quedaba mi hijo, toque la puerta, sin embargo no escuche nada del otro lado así que me adentre en la habitación. La cama estaba hecha lo cual era raro en mi hijo, el nunca se levantaba temprano en un día de descanso, me acerque al baño y toque la puerta, no contesto nadie, comencé a ponerme nerviosa, sin embargo no pensé en eso y con calma abrí la puerta del baño, seguramente no me había escuchado tocar, pero no había nadie dentro.  

Tal ves esta afuera desayunando es lo más seguro

Camine hacia el comedor, sin embargo algo dentro de mi estaba intranquilo, una vez llegue no encontré a Inuyasha por ningún lado, camine con paso apresurado hacia la habitación de Kagome seguramente estaría con ella, pero no había nadie dentro. Era poco probable que se escabullera con alguien o que se fuera del Yate 

Camine, bueno no, miento, corrí hacia mi habitación debía de hablar con Inu-no, no podía ser posible que mi hijo se perdiera en un Yate tan pequeño, una vez llegue empuje la puerta con todas mis fuerzas 

- Inuyasha no está en su habitación - dije casi hiperventilando, vi como mi esposo brinco de la cama desorientado y me miro con el ceño fruncido, para luego colocar una mano en su frente

- ¿Como que no está?

- Fui a verlo a su cuarto y no estaba, luego fui donde se queda su secretaria y tampoco estaba

- Eso no puede ser posible, mandare a que revisen el barco. Solo me bañare rápidamente - vi como se levantaba de la cama y se dirijia al cuarto de baño, mientras tanto me senté en la cama y trate de calmar mi respiración - Tranquila, respira - escuche la voz a tras de mi, no sabia cuanto tiempo había pasado pero no podía calmarme, sentí como me envolvía entre sus brazos, respire mas calmadamente 

- Lo lamento pero su hijo no está en el barco, también notamos que una de las balsas no están - escuchar esas simples palabras del capitán del barco hicieron que el mundo se parara, sentí las manos de mi esposo sobre mis hombros - Mis hombres piensan que tal ves cayeron por la borda ya que una de las telas de la decoración también callo

- Tenemos que ir a buscarlo - escuche a Inu-no pronunciarlo con un tono firme 

- Primero tenemos que dejar a los pasajeros que están en el yate, después mandaremos a un equipo de búsqueda - quería protestar, pero no dije nada y sentí como Inu-no se quedaba congelado, estaba igual de preocupado que yo 

- De acuerdo

Podía ver las caras de felicidad de los pasajeros cuando arribamos, unas personas subieron al barco en busca de las joyas. Una vez que todos se retiraron, Inu-no y yo subimos a la lemosina que nos estaba esperando, vi como Inu-no tomaba su teléfono y luego hacia una llamada

-Buenas días Rampo

- ¿En qué podemos ayudarlo señor taisho?

-  Mi hijo se perdió en el mar necesito un equipo de rescate para que valla por el

- De acuerdo, ¿me podría decir a que lugar fueron?

- No nos alejamos mucho de la costa, como 8 grados sur, 6 grados oeste

- De acuerdo nos encargaremos

- Gracias, adios

- Izayoi tranquila. Rampo se encargará de buscar a Inuyasha - escuchar esas palabras no me calmaron en absoluto, quería saber es ¿Como estaba mi hijo? y lo mas importante, ¿Donde estaba?, abrace a Inu-no y descanse mi cabeza sobre su hombro

- No debiste darle la empresa, es muy joven para manejar este tipo de asuntos, mira lo que paso

- Mi amor, Inuyasha ya es grande ya no es un niño, solo fue un accidente lo que pasó - sentí como acariciaba mi cabello

- Tal ves - pronuncie débilmente 

Perdidos (inukag) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora