16 - 'Reencuentros del pasado'

254K 29.7K 168K
                                    

16 - REENCUENTROS DEL PASADO

Bajo las escaleras a toda velocidad y, por suerte, veo que los demás siguen aquí. Jana limpiándose las lágrimas falsas de la escenita con Foster, Sylvia repasando los papeles con el ceño fruncido y el libro de Amanda en la otra mano, Trev bostezando y Kent jugueteando con sus dedos de forma un poco ansiosa.

En cuanto me oyen bajar, los tres se dan la vuelta hacia mí. Y digo tres porque Sylvia pasa completamente de nosotros y sigue centrada en sus cosas.

—¿Qué tal, inspector Gadget? —me pregunta Trev, sonriente—. ¿Algún descubrimiento nuevo?

—Algo así —mi voz suena un poco ansiosa—. Kent, necesito pedirte un favor un poco urgente.

Kent, que claramente no se lo esperaba, tarda unos segundos en reaccionar y ponerme una mueca de sorpresa.

—¿A mí? Oh, no, ¿qué he hecho ahora?

—¡No, nada! Pero necesito hablar con tu abuela.

Eso sí que parece descolocarlo. Parpadea varias veces, como si intentara asimilarlo.

—¿Con mi abuela? ¿Estás segu...?

—¡KENT, NO HAY TIEMPO QUE PERDER!

Él da un respingo e intenta sacar las llaves del bolsillo a tanta velocidad que, para su desgracia, terminan volándole a la cara a Sylvia.

Oh, oh.

Ella deja de murmurar para sí misma de golpe y levanta la cabeza casi a la vez que Kent se queda completamente pálido.

Tiene la palabra 'muerto' escrita en la frente.

—E-eh... —empieza con un hilo de voz muy agudo.

—¿Me las has lanzado a propósito? —le pregunta Sylvia en voz baja, remarcando cada palabra.

—¡NO! ¡No me atrevería!

—Dame eso —mascullo, recogiendo llaves y devolviéndoselas a Kent—. ¡Esto es urgente, tenemos que irnos en cuanto antes!

La parte buena es que consigo convencerlo y terminamos en el coche de su abuela, en dirección a su casa.

La parte mala es que Jana, Sylvia y Trev están sentados detrás de nosotros.

—¿Esto tiene que ver con la investigación? —pregunta Jana, curiosa.

—Seguro que sí —le dice Trev—. Mírala. Tiene cara de que está a punto de meterse en problemas.

Sylvia, que está en medio de ambos, los ignora categóricamente y sigue leyendo con el ceño fruncido, comparando cosas con el libro de Amanda.

—No sé si mi abuela se alegrará mucho de tener visitas —me advierte Kent con una mueca cuando entramos en la zona residencial de la ciudad—. De hecho... ejem... no te asustes si aparece agitando un bastón.

—A estas alturas, soy difícil de asustar —le aseguro.

—¿Puedo preguntar... qué necesitas de mi abuela?

Lo considero un momento, pero al final decido contárselo. Total, va a terminar enterándose de todas formas.

—Tiene un libro que necesito.

—Oh —Kent parece un poco confuso, pero pilla que no voy a decirle gran cosa más, porque no insiste de nuevo.

Mientras sigue conduciendo, apoyo un codo en la ventanilla y empiezo a mordisquearme las uñas, un mal vicio que creí que había dejado hace tiempo, pero al parecer ha vuelto. Mi cabeza no deja de dar vueltas mientras escucho a Jana y Trev hablando alegremente detrás de mí.

La reina de las espinasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora