Tres de diciembre y aún no has vuelto, tomo otro sorbo de tú taza de café, en esta ahora hay té.
Recuerdo que solías decir que el té era demasiado dulce para alguien tan amargo.
Tú camisa de los Rolling Stone ahora es mi camisón de noche.
Tercera carta después de tu marcha; tercer llanto hasta al amanecer.
¿Recuerdas que cada día a las cuatro menos veinte me acariciabas la pierna para reconciliar el sueño? Hoy, yo no puedo dormir sin esas caricias.
Los viernes de comida china ahora son viernes de melancolía.
Han habido muchos cambios después de lo ocurrido, mi apartamento ya no es el de antes, pero tus cosas siguen ahí, como los dejaste. El otro día intenté tirarlos, pero en el intento cerré mis ojos y recordé cada minutos que te observaba haciendo tus tareas matutinas mientras rodeaba mis brazos en tu cintura; ponerme de puntillas para posar mis labios en tu cuello y sonreír.
Oh no, otra lágrima, otro recuerdo frío.
Habrá algún día después de las doce que no me recuerden a ti?
Adiós, amado mío.
Con amor, ella.
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Hola, buenas esta es mi primera novela, espero que les guste y si hay alguna falta de ortografía o algo que no se entienda no duden en preguntarme, gracias.
