El primer día de clases, aquella tortura que ningún estudiante toma con gusto. Aquel joven con el cabello largo y castaño despertó debido a aquellas mucamas que tocaban su puerta con bastante cuidado y lo llamaban con calma, pero este solo despertó con un golpe de su almohada en la puerta de la gran habitación; no era que siempre estuviera enojado, solo que aquel día se encontraba de mal humor, más que de costumbre y eso no era algo que pudiera catalogarse como bueno.
Nuevamente, como todos los días, se levantó de la cama para quitar sus vestimentas y dirigirse a su baño para poder pasar al menos una hora atendiéndose como era debido; Jin Ling a pesar de ser un chico solía destacar más, sin importar a dónde iba o como llegara a verse; las facciones agraciadas que se daban a mostrar en su rostro eran hermosas a plena vista, cualquiera podría decir que era un joven bastante hermoso pero aquel ceño fruncido no le ayudaba, y esta vez la causa de su enojo fue debido a que sus padres lo obligarían a asistir a una preparatoria para "disfrutar de sus años dorados y hacer más amigos", ¿Para qué necesita amigos si está bien como está?, repetía eso constantemente entre dientes.
Después de cambiarse con aquel uniforme que ante sus ojos era bastante exagerado bajó hasta el comedor, dónde se encontró la típica imagen que lo hacía sentirse ansioso, casi cómo si le dieran ganas de correr para no verlo, pero ya estaba bastante acostumbrado así que se sentó, sin saludar debido a su molestia. Al otro lado de la mesa se encontraban sus padres, dando a ver aquel cariño que se tenían, pero cuando notaron que sí hijo estaba presente la primera en saludar fue su madre."Buenos días A-Ling.~ ¿Estás emocionado por hoy?, apuesto a que serás bastante popular en aquel lugar, eres igual de guapo que tu padre.~" Alegó la joven dama con una sonrisa y una dulce voz a la vez, después de sus palabras observó a su marido el cual se sonrojaba pero continuaba comiendo; una vez más giró el rostro a su hijo para ver si había alguna reacción de su parte.
"Ugh... ¿Y yo para qué quiero ser popular?, es mejor si me dejan solo" dijo el joven mientras comenzaba a tomar su desayunar aquellos panqueques que yacían sobre un plato de procelana, aunque en ocasiones levantaba el rostro para reírse en secreto de las reacciones de su padre.
"No seas así A-Ling, apuesto a que muchas señoritas estarán interesadas en ti, tal vez podamos crear una alianza con los La— agh" se detuvo su padre al sentir una patada por debajo de la mesa, segundos después levantó la mirada hacia su esposa.
"Zixuan, cariño, no necesita tener una novia por el momento y las alianzas con los Lan se pueden dar de otra forma.~" Dijo aquella dama con una sonrisa fijada en su rostro, aunque ahora era algo escalofriante ¡¿Cómo se atrevía siquiera a pensar que su bebé sería arrebatado por una chica?!, no lo permitiría bajo ninguna circunstancia.
Jin Ling pudo sentir como sus mejillas se ponían rojas debido a las palabras de sus padres, no tuvo tiempo de pensar que hacer hasta que salió corriendo mientras se cubría las orejas para no escuchar nada más ¡¿Acaso no sabían que los únicos herederos Lan eran hombres?! ¡Y sobre todo! Si no quería amigos ¡¿entonces para querría una pareja?!seguramente este día sería de lo peor
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En alguna residencia de la ciudad se encontraba un joven de cabellos negros y apariencia llamativa, sin importar a donde se dirigiera el solía recibir cumplidos; siempre mostrando una sonrisa amable y preocupándose por los demás todo el tiempo.
Aquel día estaba un poco preocupado, debido a que al ser escogido como el presidente estudiantil todo debía de salir a la perfección, aún así confiaba en que las cosas estarían bien. Se tomó el tiempo para acomodar sus cuadernos, libros de texto y también su traje, sin olvidar aquel anillo que los de su dinastía solían llevar; su padre le contó que hace años solía ser una cinta pero con el paso del tiempo y para más comodidad los convirtieron en anillos de jade blanco, adornados también con tallados de nube; estos solo podían se portados por aquellos de apellido Lan y el significado de que alguien más lo tomara lo conocían casi todos.
Al entrar en la cocina se encontró con su padre, quien hacía el desayuno, ya que a pesar de tener servidumbre se encargaba de cocinar para su esposo, quien no comía si se trataba de la cocina de alguien más. Sizhui se apresuró en ayudarlo ya que aún le quedaba algo de tiempo, sin embargo, cuando estaba a punto de servir los platos de comida sintió como alguien se acercaba por detrás, aunque era bastante tarde, ya había sido atacado por aquellas manos que le dieron una nalgaday seguida de esta se escuchó una risa escandalosa, haciendo que el rostro del joven Lan se pusiera de tono rojizo bastante brillante a la vista ajena.
"Jajajajaj ¡Deberías de haber visto tu cara!" dijo entre risas el hombre al que llamaba papá; Wei Wuxian se había unido a Hanguang-Jun desde hace tiempo. Los padres del joven Lan vivieron una historia de amor bastante larga y extraña, así que después de unos años de matrimonio terminaron por adoptar a un pequeño de aproximadamente 5 años, desde aquel momento terminaron de complementarse.
Hanguang-Jun decidió cargar a su esposo en brazos y se dirigió al comedor para que dejara de tontear por ahí; ya cuando llegaron se sentó y acomodó a aquel hombre de risas encantadoras y cabello revuelto sobre su regazo; a la vista se aproximó Sizhui con los platos de comida, dejando uno frente a sus padres y otro con frente a su asiento, estaba bastante acostumbrado a que sus padres fueran desvergonzados y se demostraran su cariño públicamente así que solo se concentraba en terminar la comida para tomar sus cosas y apresurarse para encontrar a su primo, al cual también consideraba como su mejor amigo. Ambos encargados acerca de la organización del primer día.
Después de finalizar con lo que tenía que hacerse despidió agitando la mano y salió de la residencia para emprender camino hacia su preparatoria, tenía que apresurarse así que comenzó a caminar con algo de prisa, sin percatarse de que a lo lejos lo llamaban a gritos, momentáneamente pudo sentir como una mano tocaba su hombro; parecía que aquella persona estaba bastante agitada así que se giró para atender a quien se apoyaba sobre el, pero pronto pudo notar que se trataba de JingYi, siendo así se apresuró en ofrecerle un pañuelo, el cual fue arrebatado con brusquedad y terminó por recibir un golpe suave a cambio."¡¿Acaso eres sordo acaso?!, te...estuve...llamando...¡durante más de 10 minutos!" dijo de una sola vez y entre jadeos el joven de pelo rebelde en frente de él, tomando también el pañuelo comenzó a limpiar el sudor que caía por su rostro, delineando aquellas expresiones agraciadas y finas.
"Lo siento, estaba un poco emocionado" agregó Sizhui mientras sonreía con un nerviosismo notable, sus manos pasaron a la espalda de su primo y dio palmaditas, como si eso fuera a calmarlo de alguna manera.
"¿Emocionado?~" La expresión de JingYi cambió a una sonrisa juguetona mientras comenzaba a caminar al lado del más alto, dando algunos codeos mientras cambiaba su tono de voz"¿Es acaso la llegada del nuevo estudiante?, porque es taaaan emocionante~" comenzó a reír con un poco de perversión, dando una mirada de reojo, teniendo toda la intención de avergonzarlo.
"¿Estudiante nuevo...?" oh Dios... ¡Lo había olvidado por completo! Y lo peor de todo era que... ¡Aquel estudiante era de una familia importante e influyente!, su rostro se puso rojo y luego pálido de un instante a otro pero intentó calmarse, solo era dar un recorrido y también las instrucciones de como funcionaba cada cosa, no había problema, podía manejarlo. Un suspiro no muy largo salió de sus labios y solo respondió lo primero que se le vino a la mente. "Claro JingYi, es eso" lo dijo mostrando aquella dulce sonrisa que podía conmover a cualquiera, pero que a su primo le resultaba aún más sospechosa"
"Wow ¿Enserio? ¿Lo conoces?" dijo JingYi, aún así antes de que sus dudas pudieran ser respondidas se giró a ver que ya se encontraban frente a la gran entrada; su primo pasó de largo y se paró en el lugar durante unos segundos, tragando saliva y mirando fijamente un punto, parecía que se había vuelto loco en su totalidad. Quiso ver que era lo que lo mantenía tan embobado así que siguió la mirada hasta que pudo observar a otro joven que veía a Sizhui de vuelta, aunque aquel chico parecía estar enojado por alguna razón, como si te dijera con la mirada "Tch, ese chico es bastante extraño".
Jin Ling se quedó en su auto mientras miraba los alrededores con el ceño fruncido; algunas chicas se detenían a verlo y cuando el les devolvía la mirada estas salían corriendo, al parecer avergonzada, esto solo lo hacía chasquear los dientes. Estuvo así un rato, esperando ver algo interesante, al parecer sus ojos se habían fijado sobre los de aquel joven de cabello negro, estuvo así hasta que su mirada fue correspondida, sin saber un porqué, no decidió apartar la vista; los orbes color ámbar de Jin Ling parecían atraerlo y aquella mirada tierna y apasionada parecia hacer los mismo con el joven heredero, nunca se había enredado en sus pensamientos con alguien a quien encontró por simple casualidad.

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Lazos de destino
RomanceJin Ling es el único heredero de su dinastía, aunque no es del tipo más dulce que puedas conocer, en realidad ni siquiera lo es. Durante o mayor parte de su vida mantuvo sus estudios dentro de la residencia Jin, pero por insistencia de sus padres y...