Rodorah Fluff

Los Humanos Son Raros

Esto es una traducción, el usuario del creador es Trashy_Potato_Boi para que lo vayan a seguir. Sin más que decir comencemos.

Después de un tiempo de vida en la isla juntos, Rodan y Ghidorah notaron una mayor cantidad de pájaros de metal volando en el cielo. Claro, algunos pasarían por la isla de vez en cuando, y no permanecerían mucho tiempo. Aunque supusieron que la noticia de que Ghidorah estaba en la isla ahora y no solo Rodan debió haberse extendido entre los humanos, de hecho era una circunstancia extraña sin contexto, contexto que los humanos probablemente nunca descubrirían o recibirían.

Los pájaros de metal revoloteaban sobre su hogar volcánico con bastante frecuencia todos los días, siguiendo al kaiju gigante durante horas a la vez. Mientras pescaban, hablaban, jugaban, ¡e incluso de noche mientras dormían! O al menos... Intentándolo. Verá, los pájaros de metal pueden haber sido pequeños, pero eran muy, muy ruidosos y molestos...

La mayor parte del tiempo tratarían de ignorarlos. Por lo general, los atacarían, pero estaban tratando de no provocar a los humanos en este punto. No es que fueran una amenaza, era solo que sabían completamente que atacar a los pájaros de metal y los humanos dentro de ellos causarían...
Problemas. "¿Qué quieren con nosotros?
de todos modos ", dijo Ni un día, molesto por la nueva perturbación en su vida. "¿Por qué no podemos simplemente destruir los malditos? "Ni siempre fue el más agresivo.

Rodan solo miró a las otras dos cabezas, Ichi y San.

San normalmente no estaría de acuerdo con algo así, pero incluso él asintió con la cabeza de acuerdo con su hermano.

Rodan suspiró. "No podemos porque eso nos causará AÚN MÁS problemas. Simplemente enviarán las aves de ataque más molestas". Dijo, mirando al cielo como para ver si ya habían enviado alguno. Ni resopló molesto.

San bajó un poco la cabeza al nivel de Rodan. "Bueno, ¿no hay otra forma de deshacerse de ellos?"

Rodan se encogió de hombros. "No lo creo. Estoy seguro de que eventualmente se aburrirán. Siempre lo hacen".

Ghidorah realmente quiso creer eso, pero realmente no lo hizo.

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Ghidorah y Rodan estaban durmiendo esa noche, pero algo despertó al dragón dorado de su letargo. Un ruido, ya familiar. Los pájaros de metal habían vuelto. Solo uno esta vez, uno grande, flotando sobre su volcán, tratando de verlos bien.

Ni hizo un molesto silbido, sacudiendo ligeramente una de sus dos colas de cascabel, mientras que las otras dos cabezas miraban con molestia lo que podían ver del cielo estrellado. Ichi pensó por un momento, y con una pequeña sonrisa creciendo en su rostro, le dijo a sus hermanos: "Bueno, si quieren un espectáculo ... Tal vez deberíamos darles uno". Ni se volvió hacia su hermano sonriendo con entusiasmo mientras San reía, ambos sabían ya lo que estaba pensando Ichi.

Después de asegurarse de que Rodan todavía estaba dormido, ambos volaron hasta la cima del volcán, sentándose encima de él. El pájaro de metal voló un poco hacia atrás, un poco asustado ya, pero como lo hacen los humanos, la curiosidad se apoderó de ellos. Ghidorah luego se sentó sobre sus patas traseras, batiendo sus grandes alas de manera defensiva, agitando sus colas de cascabel. Fue una demostración de amenaza.

El batir de las alas de Ghidorah estaba provocando fuertes vientos, aunque no lo suficientemente fuertes para una tormenta. Esto ya asustó al pájaro de metal, incapaz de volar de manera segura en estas condiciones como el dragón había observado antes. Cuando el pájaro comenzó a volar, solo para agregar la cereza en la parte superior, Ghidorah le disparó 3 rayos de energía, aunque, por supuesto, falló deliberadamente. Si el pájaro y los humanos dentro no estaban asustados ya, seguro que lo estaban ahora.

Sintiéndose exitoso, Ghidorah volvió a meterse en su volcán. Una vez más comprobaron si su fogoso amigo todavía estaba dormido. Sorprendentemente, parecía que sí. Mirando hacia arriba una última vez para asegurarse de que los humanos no regresaran, Ghidorah se fue a dormir.