La menor de los Smith es raptada por Peter Pan, quien quiere el corazón del verdadero creyente. Aunque Pan no tenía en cuenta que ella no tenía lo que él necesitaba, él teniendo un plan en mente, deja que _____ se quede un poco más de tiempo en Neve...
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Tocaron la puerta, enseguida fui a abrir, encontrándome con mis mejores y únicos amigos, los deje pasar, cerré la puerta y luego todos nos desparramamos en el sofá.
-Y ¿Qué mierda hacemos? –preguntó Lucas
-¿Pedimos pizza? –sugiere Mika
-Bien, pero, ¿pijamada? –llega con un papel que se encontraba en la nevera
-Mis padres no me dejan hacer pijamadas, y lo sabes, Miles
-Lo sé, lo sé, pero lee esto
-A ver –Mika se lo arrebató antes de que yo lo tomara- lo siento, toma –me lo dio
-Dice: Hija, tu madre y yo tuvimos que salir urgentemente de la cuidad, por favor cuida de la casa hasta que lleguemos, lamentablemente no estaremos para tu cumpleaños; regresaremos en tres meses. Con cariño, papá. –terminé de leer- Genial, nunca están por veinte horas todos los malditos días y ahora no estarán por tres meses. –me quejé
-Pero por lo menos podremos hacer pijamadas –dijo una alegre Mika
-Yo le prestaré una a Mika, y ustedes dos tomen unas de mi papá
-Bien, pero ¿qué si nos quedan grandes?
-Pues, las remangan
-Bien –bufaron y luego fueron al cuarto de mis padres.
-¿Y? –subió y levanto las cejas, pícaramente.
-No otra vez, por favor no –suplique viendo al techo- no me gusta Miles, solo no. –decía la verdad, solo que ella insinuaba que me gustaba- Yo no le gusto a el, solo somos amigos, mejores amigos, como tu y Luke –nos levantamos del sofá y fuimos a mi cuarto, ella se sentó en la orilla de mi cama mientras yo buscaba lo que le daría
-Todos juntos somos mejores amigos, pero Miles es tú amigo "especial" ¿o me lo negarás?
-Sip, lo niego, por que no es cierto –tome una pijama y se la avente al rostro.
-¡Hey!
-¿Qué cosa niegas? –preguntó Lucas entrando junto a Miles
-¡Ay! mierda, nada, solo que Mika me molestó un poquito con un chico
-Oh, lo normal de Mika –dijo con tranquilidad Miles, mientras entraba a mi baño- me voy a cambiar, ¡no entren! –cerró la puerta
-¡Como si quisiera! –grité con gracia mientras me echaba boca abajo en la cama
(...)
-Gracias, aquí tiene –entregue el dinero y luego cerré la puerta, caminé a la cocina y dejé la pizza en la mesa, intenté bajar los vasos y platos, aunque no lo logré, solo Lucas y Miles llegan, Mika también. Mamá papá, ¿por qué me hicieron enana?
-¿Te ayudo con eso? –preguntó Lucas entrando a la cocina, yo asentí y el bajo cuatro vasos y platos
-Gracias. –sonreí, y llevé la pizza a mi cuarto, luego regresé a la cocina, y vi a Luke sirviendo el jugo en los vasos. - Te quiero preguntar algo
-Dime –dejo la jarra a un lado y me vio atento
-¿Qué sientes por Mika?
-Amm, ¿amistad? -dijo obvio
-Pero, ¿no sientes algo más que amistad?
-Nop, solo somos amigos, y no quiero que seamos algo más. ¿Por qué tantas preguntas? ¿Ahora le harás de cupido? –preguntó con gracia
-No, solo que tenía curiosidad, eres como mi hermano así que, quiero saber que pasa en tu vida amorosa –sonreí inocente
-Bien. –dijo riendo- Vamos –me tomo de la espalda y caminamos, ambos con dos vasos en cada mano.
-¡Por fin! –gritó Miles al ver que entramos al cuarto
-Pensé que se tomarían el jugo solos –habló Mika
-Si fuera alcohol, claro que lo haríamos, pero es jugo así que no –dijo Lucas
-Am, ¿okay? Bueno ya, comamos
Empezamos a comer tranquilamente y a la hora de dormir decidimos que Mika y yo dormiríamos en el sofá cama y Miles y Lucas en mi cama.
(...)
A mitad de la noche me levanté gracias a unos ruidos que venían de la azotea, no soy miedosa, solo precavida, así que fui y desperté a Miles, el cual al moverse despertó a Lucas.
-¿Qué hacemos? –preguntó Lucas saliendo el cuarto de Mike, mi hermano, con un bate en las manos
-Suban, yo primero –dije
-No, no, yo adelante, luego Lucas, y por último tú
-Pero... yo traigo el bate
-Pues, dámelo –Miles le extendió la mano pero Lucas se negó a dárselo
-Déjame pasar, parecen niños de kínder. –lo moví y me puse adelante, comenzamos a subir cuando se escucha como el primer escalón rechina, ese escalón está flojo por lo que nunca lo pisamos- ¡Ay, carajo! –me volteé con cautela y me encontré a Mika, con los ojos entrecerrados, pisando en escalón flojo, y con el cabello revuelto- okay, linda, ¿Por qué no regresas a dormir eh?
-No, vamos, quiero ver que hay allá arriba –dijo para después bostezar
-No, ustedes vallan, yo mientras la llevo al cuarto, en un segundo los alcanzo –Miles y yo asentimos para luego seguir subiendo, abrí la puerta y no había nada, no había nadie
-¿Qué? Pero, oí algo
-Tal vez fue en tu sueño, y pensaste que fue aquí
-No, no fue un sueño, fue real, en serio, Miles
-A ver, hagamos algo, vamos a ver más afuera de la azotea y si no hay nadie o nada, regresamos ¿bien? –asentí sonriendo.
