Inicios

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POV CAMILA

Estaba durmiendo en mi departamento en Los Ángeles. Apenas amanecía. No tenia planeado ir a la oficina, estaba muy cansada. Dirigir una empresa de este tamaño y ser tan joven es muy cansador. Estaba tranquilamente descansando cuando mi teléfono empezó a sonar, ¿Qué mierda querían? Lo dejé sonar hasta que se detuvo, pero volvió a sonar. Siguió por mucho rato. Me digné a contestar, era Dinah, mi mejor amiga y socia.

*LLAMADA*

Camila- Dinah Jane, ¿Qué quieres?.-

Dinah- Buenos dias para ti tambien.-

Camila- Que chistosa, ya dime, estoy cansada-

Dinah- Amanecimos con el pie izquierdo parece... bueno, te necesito en la oficina.-

Camila- Hoy es mi día de descanso, no voy a ir.-

Dinah- Camila, por favor , te necesito aquí. Hay que resolver un problema con un contrato-

Camila- Déjame, estoy cansada-

Dinah- Vas a venir, estoy yendo a tu casa -

Camila- No, no lo voy a hacer-

Dinah- Vas a venir aunque tenga que arrastrarte-

Camila- Uf, bueno deja que me prepare-

Dinah- Ya, te espero afuera del edificio-

*CUELGA*

Me bañé y me alisté para salir. Era hora de ponerse esa máscara que tanto detestaba, hacer de mujer fría, dura e inflexible. Hacía eso porque sabía que si no lo hacía me podían aplastar y destruir igual de fácil que a una cucaracha. Era una mujer de 24 años con un imperio, que ni en una vida entera me habría imaginado tener. Lo tengo todo, pero mantenerlo es difícil, y por eso tengo que usar esta máscara, que a pesar de detestarla tanto, la seguía usando. Salí de mis pensamientos cuando escuche que el teléfono sonaba por los mensajes de Dinah, que ya había llegado. Como siempre, con esa chatarra vieja que nunca quiso cambiar a pesar de que nos esté yendo bien. Me subí en el auto y partimos rumbo a la oficina.

POV LAUREN 

¡Ush! Son las seis de la mañana ya me tengo que levantar, que flojera, otro día más de hacer pastelitos y mierdas. (Que amo hacer de cualquier forma, pero no me quiero levantar) Otro día más de hacer de niña dulce y amable, que poco tenía yo, escasa gente se ha llegado a ganar un espacio en mi vida. Soy un ser humano que puede ser demasiado frío con las personas, no soy buena socializando, cuando alguien se intenta acercar en menos de una hora desaparece, simplemente no puedo ser cariñosa. La única gran amistad que he tenido ha sido Verónica Iglesias, hemos sido amigas desde que tengo memoria, ella nunca me ha fallado, me ha apoyado incondicionalmente, como cuando salí del closet con mis papas o cuando estuve a punto de abandonar mi sueño y dejar la escuela de pastelería, ella ha sido mi amiga desde siempre.

Bajé las escaleras para ver a mi papá en la cocina , si, vivo con ellos. Entre comillas, dado que vivimos arriba de la pastelería, en un estilo de departamento. Yo vivo en el ultimo piso, mi hermano en el tercero y mis papás en el segundo con mi hermana. Cuando terminé de bajar las escaleras vi que papá estaba cocinando el desayuno con una felicidad inusual, me dirigía hacia él, cuando se dio cuenta de mi presencia.

-¡Hola Hija!- me saludó, yo solo pude reír al verlo tan resplandeciente

-Hola papá, ¿Por qué tanta emoción?- Creo que ya sabia, pero no entiendo porqué tanta efusión.

¿No es obvio? ¡Mi hija se hará cargo del negocio familiar!- seguía sin comprender, para mí ahora mismo no es nada emocionante.

-Papá exageras, solo me voy a hacer cargo del negocio, es mi deber, no creo que haya que celebrar.-

Mascaras-camrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora