Arándanos

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La noche obscura del alma se apodero en alguna ocasión de O'Connaill, las dudas existenciales siempre marcan el espíritu, en especial las almohadas bañadas de saliva, los ojos rojos y el deseo de tomar té a las horas de las maitines. La búsqueda de identidad, pertenencia o grupo llega de una u otra manera a la vida de las personas a través de la angustia o la extrema alegría. Los sueños de la antigua Clarissa formaron parte del Conservatorio, la Fotografía o la vida del Claustro femenino.  El matrimonio en ocasiones puede ser el paraíso terrenal, otras, esa noche de amores inflamados que terminan con dolor de cabeza, ronquidos, incomprensiones de oficina o preocupaciones varias del hogar.  En forma genérica el matrimonio tiene esos pasos a seguir de la identidad, la pertenencia o el clan.  

La familia recién formada tenía una discreta vida social en la aristocracia londinense como en el pequeño grupo católico de algunos académicos egresados de Oxford que gustaban de releer los viejos textos grecolatinos cristianos. La fiesta de salón era una ocasión para el baile, el descanso, la visita de viejos amigos del Japón o la universidad.  El día tres de marzo  de un año para el olvido sucedió.

La familia Ochkam de Horsley organizo un gran convite. El jardín se perdía en la frontera entre el campo y la residencia. A lo lejos se observaba un peral en medio de los cultivos  de la vid y el olivo. La tarde era nublada, fresca de colores rojizos, la música estaba ahí, la danza,  la breve brisa del verano, y las mesas estaban ahí.
Los vestidos uno a uno saludaban al día que comenzaba hacerse viejo. Ahí yacía al centro, bajo la sombra del manzano Clarissa y Kushner, tomados de la mano, el baile no estaba en ellos, el silencio habitaba con ellos, perdidos entre la sombra y el bullicio de las copas. Clarissa sonrió al esposo y este la beso por un instante.  Los gritos comenzaron, la gente iba de un lado a otro, caótico, sin sentido de la celebridad. El estruendo llego de nuevo, el beso sello su alianza. El rojo del cielo se tornaba azul. Los amados fueron capturados en el mundo del silencio y el mundo de la sangre.  Los ríos seguían su cause por las veredas blancas de los trajes y el césped.


                                                                                                             II

Joaquin Van der Gugge, el empresario del tabaco gritaba furibundo del dolor, la bala lo había alcanzado en la pierna, inmediatamente la sangre no paraba de salir.  El olor del plomo se apodero del lugar. Niemetz intentó huir a las barricas del olivo, El general Volkov trato de disuadir el ataque corriendo rumbo a la dirección del sonido y disparó en el acto sin fortuna alguna. Todos corrían de un lado a otro a los campos de la vid, a la casona o las reservas. 

Niemetz  logró entrar a las barricas donde encontró muerto a Breuer, boca arriba, sus ojos abiertos al igual que sus manos, de su costado brotaba el jugo de la uva madura que alguna vez amó y fue amado, incienso de lirio emanaba del cuerpo de su  amigo.  Las fiestas no siempre tienen un final feliz pensó Niemetz. Posiblemente sean mascaras de soledad en una noche obscura, acompañada de vino y langosta. Es sabido por todo judío que la langosta es una plaga y el vino es alimento del alma. La vida del viejo siempre había sido sencilla antes y después de la guerra. La trivialidad de los banquetes no radicaba en los muertos del cuerpo, sino en los muertos del espíritu. Es de buen gusto ver a un muerto del espíritu siempre persuade de que no esta muerto, en cambio los muertos del cuerpo suelen ser mas complicados, nunca deseas encontrártelos en tu regazo, no dicen nada y su silencio permanecerá.

Los empleados limpiaron en cuanto a sus posibilidades durante la última hora de luz diurna. La pareja seguía dormida bajo la sombra, no había lechuzas, ni reptiles peligrosos alrededor, sólo la tierra, Clarissa y L Kushner. Ella despertó en sus brazos, ambos vieron que era bueno.  Desconcertados, Kushner preguntó .- ¿Por que la fiesta no continua y no fueron para despertarnos? A lo que los mozos respondieron.  Tuvimos un atentado, la gente huyo al norte, al sur, al centro y al poninente de la casona para evitar las balas, sin embargo que estuvieran dormidos era mejor que si estuvieran despiertos. Las balas jamás llegarían al centro. Algunos de los mozos preguntó a los Kushner.- ¿Quién prestaría atención a un aburrido árbol en plena fiesta? Hizo una breve mueca para continuar su respuesta.- El general Volkov repelió el ataque. Finalizó el empleado.

Se hizo un silencio, la pareja se levanto desorientada y caminaron a la barrica, lugar favorito de los dueños. De la mano se alejaban de a aquellos dos arboles equidistantes de manzano y pera respectivamente, el cielo era iluminado por la constelación de libra. 
Al llegar los Kushner, señor y señora vieron  a su amigo Brauer por última vez, aquel con quien L Kushner compartió tantos momentos de su vida y de su otra vida.  El señor Van estaba vendado de su pierna sobre  uno de los barriles del aceite, sin cruzar palabras, la tristeza se notó en su rostro, perplejo sin entender que había vivido. Niemetz lloró amargamente la partida de su amigo.

                                                                                           III

El atardecer cubría los campos Hersley, la comida, el alcohol, las balas, el olivo y las uvas conformaban los diversos olores, nadie sabe de donde viene el viento, sin embargo;  está presente. A veces disimula lo que sucede, otras veces es fiel verdugo, cada uno de los invitados fue capaz de percibir de donde venia cada olor y le permitió correr, comer, dormir e incluso morir,  cada esencia paso por ellos y decidieron que hacer por su propia voluntad, el vino inducia a una copa tranquila de la reserva, la pólvora llamaba al heroísmo, sin embargo bajo la sombra, la fruta era el único aroma de ambiente. En cambio cuando la magia se da, solo hay un aroma, la juventud de Clarissa y la vida de Kushner son suficientes para catar el dulce arándano del cabello de la amada.

Los secretos del Capitan PerelmannDonde viven las historias. Descúbrelo ahora