Susurros de Medianoche

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Las veces que Kise se queda a dormir en casa de Kuroko, o viceversa; a Ryota le gusta quedarse conversando en bajos susurros hasta la medianoche, incluso bien entrada la madrugada. El rubio siempre tiene un tema de conversación y nunca se cansa de hablar, sin perder la emoción.

Por otro lado, Kuroko suele agarrar sueñito desde las 9 p.m, siéndole difícil mantenerse despierto muy tarde. No obstante, cuando se trata de Kise, Kuroko toma siestas en la tarde para, en la noche, estar despierto y atento a sus elocuentes palabras.

Luego, entre murmullos y suspiros, se regalan uno que otro beso; sabor a vainilla y lipstick de fresa.






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