¿Me estás vigilando o me estás cuidando? | Toge Inumaki x Oc | Jujutsu Kaisen

capitulo I- la madre

Una pequeña mano sostenia una kodachi (una katana corta mas o menos) bien afilada. Los gritos se escuchaban, "esfuerzate mas", "inutil", "¿quieres una punicion?" Eran algunas de las cosas dichas por el hombre, daba miedo.
Tras finalizar el entrenamiento con armas, el fisico por asi decirlo, comenzo a entrenar su energia maldita, primero lo basico de controlarla una vez fuera del cuerpo, despues percibirla, y de nuevo controlarla fuera del cuerpo pero no solo lo basico.
Luego de eso su ritual, al finalizar la totalidad de "ejercicios" le hizo apuñalar a su progenitora con un sai en el brazo 6 veces, la mujer gritaba, siendo apuñalada con esas manos que alguna ezcasa vez sostuvo, observada con esos ojos que tantas veces habia visto cerrarce para dormir, escuchando esos sollozos que salian de la misma boca con la misma voz que la llamaba "mamá" con cariño, observando el agua que recorria las mismas mejillas que tantas veces habia acariciado y que tantas veces se habian sonrojado ante sus palabras, palabras llenas de mentiras. Porque si bien su unica descendencia la recuerda con cariño, ella la odiaba con cada milimetro y fuerza de su ser, pero al ver a quien ella dio a luz, llorando por causarle daño, ese inmenso odio solo era reemplazado con una voluntad de protejer igual de grande, a ese ser, ese repugnante, apestoso, ruidoso, horripilante y averrante ser que habia revelado la verdad del hombre que amo y por quien abandono y desligo de su clan sin importarle nada, solo él, quien habia sido su mundo.
Otro entrenamiento terminaba otra vez ______ debia apuñalar a su madre, esta ves seria un destornillador en la pierna.
La mujer observo como ese tembloroso cuerpo alzaba por sobre su cabeza el destornillador mientras llogaba y sollozaba, la mujer reprimida por aquellas cuerdas que la ataban a la mesa que la dejaba expuesta, volvio a sentir el dolor de algo incrustarse en su cuerpo. La cara de terror y shock de a quien hablia parido la podia ver mientras retiraba el destornillador lentamente, no con las intenciones y pero sí haciendo que fuera peor, mas doloroso. Sentia como su carne volvia a juntarse a medida que el destorrnillador subia, como se deslizaba fuera, como aquel liquido rojo, bordo comenzaba a salir para terminar adornando la mitad inferior de su muslo, por sobre la rodilla.
Ese acto fue repetido 5 veces por la misma zona, dejando esa parte dezgarraza, nada evitaba los gritos, los suplicios de la mujer.
Dia a dia se repetia lo mismo cada ves la niña daba menos señales de remordimento o sufrimiento dejando a la  madre camino libre de culpa para odiarla pero, por algun motivo el que su hija ya no se le acercara para pedir consuelo o que la mirada de antes, aquella que observaba un puerto seguro, la luz en la oscuridad, lo mas valioso del mundo, hubiera sido cambiada por una que observaba lo mas fragil existente, con miedo a romperlo le oprimia el pecho. Y ella lo odiaba, por que sentia eso por alguim que solo le habia causado dolor y heridas, que habia debilitado su cuerpo y mente volviendola fragil, volatil y un huracan. Pero simolemente no podia, no podia odiar a quien habia cuidado en su vientre por 9 meses, a quien habia nombrado con los kanjis para lluvia y sonido como sonido de lluvia, Ama de lluvia y Ne de sonido. En su mente aun perduraban los dias en los que simplemete amamantaba a esa pequeña critura blanca como copo de nieve y tranquila como una cancion de cuna.