Estrellas eternas(Titulo provisional)

Capitulo 2

Pase los siguientes días igual que siempre, hice que todo recuerdo de lo sucedido desapareciera de mi mente.

El 15 de febrero del mismo año fui a visitar a mis primos, todos eran bastantes más mayores que yo, siempre me daban vueltas con la bicicleta o me daban chocolate, era muy querido por todos ya que era el primo más pequeñajo. Cuando fui mi tía nos abrió la puerta y pase detrás de mi madre, mis primos no estaban en casa.

- ¿Donde están mis primos? Le pregunté después de que me diese un beso en la mejilla.

- Se han ido al descampado del otro lado a jugar a Cricket, ve tu también, bueno llevate la bicicleta de tu prima si quieres, lleva ruedines y no te caerás.

Entonces me dirigí hacia donde se encontraban y como siempre me dejaron batear primero, me engañaban haciendo como que lanzaban fuerte para que me apartará y que perdiese, yo no sabia por que lo hacían ya que solo tenia 5 años apunto de cumplir 6 y ellos sobre 16 y uno hasta 18.

Sobre las 20:30 p.m. volvimos a casa de mis primos, eran 6, no todos eran hermanos ya que en la misma casa vivían dos tías mías, el mayor era el que más me mimaba, siempre me daba todo lo que quería y por eso me encantaba estar con el, fui con el a su habitación y puso musica, tenía su propio equipo de musica y además era bastante potente, se acostó en la cama y me dijo que si quería me acostase con el, así lo hice y empezó a hacerme cosquillas y hacer pedorretas en mi barriga como siempre, luego me dijo que le diese la mano y tras hacerlo la puso en su entre pierna. Ese desgraciado me dijo que moviese mi mano arriba y abajo, eso hizo que recordará lo que pasó semanas antes, empecé a llorar y rápidamente entró mi prima mayor.

- ¿Que ha pasado? Preguntó

Mi primo se puso la manta antes de que entrase y se tapó bien para que no le pillaran.

- No lo se...de repente se ha puesto a llorar, llevalo con la tita que ella sabrá que le pasa.

- Bueno vale, ¿Vienes con tu primita?

Fui rápidamente hacia ella y me llevó en sus brazos haciendo que me reconfortará en sus hombros y me sintiera a salvo lejos de ese desgraciado. Mi madre me dió un poco de leche y me tranquilice, pasé la noche jugando hasta que por fin a las 4 de la madrugada, el día siguiente quise desaparecer de allí y junto a mi madre volvimos a casa, después de ese día nunca pude mirar a mi primo a la cara, ni dirigirle la mirada, estaba rodeado de monstruos.