4|Nunca me arrepentiré

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KHAMIL

Son alrededor de las 11am y aún me encuentro empacando en mi habitación

Se preguntarán que ocurrió con Jacob. Pues nada realmente, el no me buscó y con Rosie tampoco volvimos a intercambiar palabras. Durante unos meses ambos fueron un poco mal vistos en la institución. Muchas personas ya sospechaban sobre lo ocurrido, a otras les tomó muy por sorpresa, muchas me miraban con admiración y otras con orgullo aparentemente porque no habrían tenido el valor de hacer algo igual. Y yo nisiquiera se de dónde saque mi valor para hacerlo

Cabe destacar que apartir de ese momento comencé a permitirme más libertad, quiero decir, en el sentido de que ya no me sentía atada a una relación muerta y sin sentido. Comencé a socializar mucho más, invertí mucho mas tiempo al equipo de porristas y me di cuenta de que soy mucho mas increible de lo que pensaba. Comencé a hacer más ejercicio. Comencé a preocuparme mucho más sobre mi apariencia y con todo esto comenzó a elevarse mi autoestima. También comenzaron a surgir muchos chicos invitándome a salir, pero desde Jacob no he vuelto a tener otra relación. Y así van las cosas desde hace un año hasta acá

Algunas veces pensé en que no debí hacer lo que hice, pero luego recordé que todo sucede por algún motivo y que gracias a las experiencias es que aprendemos. Entre tantas cosas aprendí que todo puede cambiar de la noche a la mañana, que volveré a entregar mi corazón por completo a quien lo robe de verdad, a quien me haga sentir un millón de cosas al estar a su lado, a quien aún con el pasar del tiempo no disminuyan sus sentimientos hacia mí. Las personas pueden prometer muchas cosas, pero entendí que una persona es la indicada cuando también entrega su corazón.

Termino de empacar lo último y oigo sonar el timbre de mi casa, asomo la vista por la ventana y distingo velozmente el auto de Andrew parqueado afuera, salgo de la habitación rumbo a la sala de estar y lo veo allí, tan casto, tan perfecto

Se encuentra conversando con mi madre mientras acaricia suavemente la cabeza de Ethan. Levanta la mirada y al verme me dedica una de esas sonrisas arrebatadoras pero inocentes que solo el sabe hacer. Bajo corriendo por las escaleras hasta posicionarme frente a el y me levanta envolviéndome en un fuerte abrazo

- Hola, pequeña - Me aprieta suavemente y vuelve a posicionarme sobre el suelo - ¿Hoy no te despertaste con el pie izquierdo? ¡Que extraño! - Frunce el ceño y finge una cara pensativa

- Cállate - Ruedo los ojos y golpeo su hombro

- Andrew, cariño ¿ya has almorzado - Pregunta mi madre saliendo de la cocina con una enorme sonrisa

Mi madre le a cogido mucho cariño al igual que Ethan, incluso aveces pienso que lo quieren más que a mi. Pero no los culpo, si es un chico maravilloso

- No señorita - Niega divertido

Andrew ya es parte de la familia y mi madre le ha pedido repetidas veces que solo la llame Abby, pero a pesar de contar con la confianza suficiente se mantiene como un chico respetuoso

- Bien, quédate hoy - Le ordena y se mete a la cocina de nuevo

Asiente y subimos hasta mi habitación. Se tienta sobre mi cama observando todo ya empacado

- Te extrañaré mucho, lo sabías? - Hace un puchero

- Yo te extrañaré mucho más, lo sabías? - Le devuelvo el puchero

- Ya lo sé. - Ríe y se levanta de la cama rebuscado algo en el bolsillo de su pantalón.

Andrew es alto, pero no tan alto, realmente es de estatura normal, solo que yo soy algo enana. Su cabello es largo y castaño con pequeños reflejos claros, sus ojos azules como el cielo y brillantes como las estrellas, sus cejas espesas, su nariz llena de profundas pecas, tiene una mirada que solo puede transmitirte inocencia y una sonrisa que te mueres. Es un chico dulce, respetuoso, creativo, inteligente, divertido y muy seguro de sí mismo

Una Vida Sin EllaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora