Amor.

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En plena noche tus ojos encendidos en furia resaltaron en la oscura noche, las gotas de lluvia caían por tu pelo, dando una linda imagen para mí, de tu boca salían cosas incoherentes que ni tú mismo entiendes. Me acerque a ti, tu callaste de pronto, quedándote en blanco al ver mis ojos tan llenos de comprensión y amor, que te daba mi amor. No pretendía enamorarme, ni enamorarte tampoco, pero a veces el corazón tiene una idea mejor, dejando que el sentimiento influya en la razón, dejándonos caer en un mar de emoción. Es algo irónico, algo icónico, que ni el más inteligente puede entender, y que todo el mundo puede padecer; lo que tenemos nosotros arte es, y al que no le guste que se aleje pues, mi alegría en ti esta, tómala de la mano y vamos al compás, que no importen los demás, sonríeme una vez más, y veras que puedo continuar. 

Puccio.

Pensamientos de una adolecente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora