Sumergida

1 0 0
                                    

En la tranquilidad de mi cuarto mi mente se va.
Puedo hablar contigo, mi Dios, libremente.
Puedo escucharte escucharme.
Necesito tu oído.

Hay algo faltante en mi corazón, algo tan codificado que ni siquiera lo distinguía, no lo sentía.
Esa palabra salía vacía, algo salía vacío, pero no sabía que.

Cuando alguien no te conoce , puede tenerlo todo y estar en la cima y aún así sentir como si una pieza faltara. Esa pieza eres Tú.

Lo he analizado junto a ti, me has descubierto una parte de mi propio corazón, me has hecho decirte nuevamente que dentro de mi hay algo que falta.

Sé que no son cosas materiales, sé con certeza que todo viene por añadidura, sé que mis sueños y mis anhelos los conoces y me ayudarás a cumplirlos, solo es cuestión de enfocarme en tus cosas.
En veces le llamo "Tú en lo mío, yo en lo tuyo".

Llegaban momentos que cuando hablaba contigo, algo me salía vacío.
Sé que me escuchas, sé que me amas.
Sé que quiero agradarte lo mas que pueda.

Pero en mi relación contigo me falta algo.
Puedo orar, llorar, soltarlo, desahogarme, pero aún así algo falta.

Ahora sé de qué manera relacionarlo y cómo describirlo, aunque no quiere decir que se haya solucionado.

Lo relaciono con esas albercas donde antes de meterte debes de mojarte en una regadera para poder sumergirte en ella

Me preguntaba ¿Por qué esa pieza faltante si cuando oro he sentido tu presencia, he llorado y me he desahogado?

Porque todas esas veces me has limpiado, una y otra vez. Me has hecho llorar hasta quedarme sin aliento, me has hecho llorar hasta cansarme, me has hecho llorar hasta quedarme sin lágrimas.
Has enjuagado continuamente mis dolores, mis tristezas, los rencores y secretos que he guardado en lo mas profundo de mi. Algunos nuevos, otros antiguos.

Lo que haces es enjuagarme en esa regadera, limpias mi corazón para poder sumergirme completamente. Mi pieza faltante no eres Tú, a ti te tengo, lo tengo todo.

Es una pieza de rompecabezas, es como una pieza faltante dentro de La pieza faltante que muchos no tienen pero que yo tengo el privilegio de tener. No es un vacío.

Ahora sé donde está, y es dentro de esa alberca a la que toda mi alma, mente, espíritu y corazón me gritan que salte.

Puedo estar empapada de agua, pero no quiere decir que esté sumergida.

Sé que necesito estar ahí para tomar esa pieza de rompecabezas y embonarla en mi corazón para que aquel algo se convierta en un "no hay nada que falte, ya todo está completo".


Ahora te pregunto mi Dios:

¿Qué tengo que hacer para saltar?
¿Cuándo voy a sumergirme de pies a cabeza?
¿Cuándo estaré llena completamente de ti?
¿Cuál es el siguiente paso?


Solo me queda por decir:
"Creo en tus planes y en tu tiempo, porque todo lo que haces es perfecto".





***

Al igual que yo, sé que te preguntas, te desesperas, te enojas o entristeces.
Cada etapa me la sé de memoria, porque he pasado por eso.

Ciertos días regresan, ciertos días se van.

Dios te conoce, conoce tu nombre, conoce quien eres, conoce tu corazón.

Déjame decirte unas palabras que él me susurra:

"No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi Justicia"- Isaías 41:10

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 15, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

PensamientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora