I

415 32 3
                                    


"No te acerques tanto a mí, porque solo tú sabes sacar el lado más prohibido que hay dentro de mí."

Sergio de Sa. Poeta.


[Cuanto tiempo debemos esperar para ser felices. Bien nos podemos despertar, sabiendo que esa persona ya no estará ahí y que era muy tarde. Bueno. En su caso no lo fue. Lograron decirse lo que en verdad sentían. Y ahora por fin podían estar juntos como siempre debieron estar.]

.

.

.

Su cuerpo dolía. Pero no tanto como su alma. Siempre había sido diferente, de otros alfas. Su caso era especial por el hecho de que no había nada escrito referente a su caso. No conocía a nadie más que le haya pasado lo mismo.

Su alma gemela era otro alfa.

Y aunque intentaba decirse que el destino se había equivocado con ambos. En realidad, sabía que no era así. Siguió bebiendo de la taza de té que tenía a su lado hace más de dos horas. Ya se había enfriado, pero no quería pedir una más.

Su mirada regreso a la invitación que tenía en la mano. Sabía que ya era tarde. Pero como le dolía haberle dicho que no aquel día. Ese día en el que dejaron de ser uno. El día en que él puso un alto. Y decidió ser solo su amigo.

.

.

.

Habían empezado a tener sexo. Como cada vez que se encontraban a escondidas. Sentía su cuerpo vibrar al sentir esa conexión en ambos. Su cadera chocaba con la contraria en cada embestida. Sentía que estaba próximo a llegar. Al igual que el Alfa bajo de él. Draco salió unos momentos para voltearlo. Ambos se observaron a los ojos. Cuando volvió a entrar en él.

Se aferró a la espalda contraria al sentir que el orgasmo de ambos estaba próximo a llegar. Sintió su miembro crecer en la mano de su amante. Formando el característico nudo de alfa. Sintiendo como el nudo contrario crecía dentro de él. Era un poco incómodo ya que no era Omega. Pero eso no evitaba que disfrutará el momento junto al alfa que amaba.

Sintió el cuerpo de Draco caer sobre el suyo. Exhausto por la ronda de ejercicio. Comenzando a dejarle besos sobre el cuello al rubio. Dejando pequeñas mordidas, intentando marcarlo de esa manera. El alfa se estremeció al sentir como el nudo bajaba. Sintiendo como salían de él.

-No deberías dejarme tantas marcas visibles, la gente se va a dar... -No pudo terminar su frase. Al ser interrumpido por el otro.

-Que importa que la gente se dé cuenta, -Menciono Harry molesto. El rubio siempre evitaba a toda costa esa platica. -tú y yo somos almas gemelas. A ellos no les debe importar lo que hagamos.

-No lo entiendes verdad. Sabes que si él se da cuenta me alejara de ti. –Dijo un poco frustrado. Sabía que el padre de Harry no lo aceptaría.

-El que no lo entiende eres tu Malfoy. –Harry ya estaba cansado de tantas escusas. Si se amaban que más daba lo que el resto dijera. -Podríamos irnos solos tú y yo. Sin que el resto del mundo nos controle. ¿Qué dices Draco?

-Digo que estas completamente loco. Somos alfas. Los dos. Nadie nunca vera bien lo nuestro. –El rubio de levanto. Comenzando a recoger su ropa que permanecía regada en el suelo. –Te amo Harry. Pero no está bien esto.

Harry volvió a sentirse dolido por las palabras que siempre le decían. Así que con todo el dolor del mundo hablo sabiendo que todo iría de mal a peor.

AlfasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora