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Recuerdo las miradas.

Siempre son las miradas.

Algunas veces me gustaría ser una tortuga, y poder tener un caparazón en el cual ocultarme cuando el mundo me asusta, cuando las personas me cansan.

No soy una celebridad, soy un atleta, pero las personas me siguen tratando como si fuera una, siguen haciéndome sentir como una. Y no solo por la manera en la que mis fans me apoya, no solo por los programas a los que me invitan, no solo por las numerosas cuentas en redes sociales que existen para compartir hasta en que jodido momento respiro, no, si no también la manera en la que mis limites cada día son mas difíciles de mantener.

Las celebridades, son personas que se dedican vender sus vidas la mayor parte del tiempo, son personas cuyos fans disfrutan de entrometerse en lugares donde no les corresponde, creyendo tener voz en la vida por el simple motivo de apoyarlos, son personas cuyos limites cada vez son mas escasos, porque cada vez la gente quiere mas de ellos, quieren que les muestren mas de si, sin importarles si los dejan sin nada a ellos.

Todos tenemos secretos, pequeñas manias de nosotros mismos que no nos gusta compartir, detalles de nuestras personalidades que nos gusta conservar para nosotros mismo, pero cuando eres una celebridad no lo tienes, porque los limites a los fans no les importan.

A mi me gustan mis limites, me gusta guardar mis manias y que mis detalles solo los vean las personas que escojo, me gusta que la gente se quede a la distancia, observando las paredes que he pintado a voluntad.

No queria cambiarme de escuela, los adolescentes suelen ser tan... repulsivos, alterándose por cualquier estupidez, sin poder ocultar sus emociones, reaccionando exageradamente a nada en particular. 

Pero soy un naciente símbolo nacional, y un naciente símbolo nacional no puede decirles que se jodan sin repercusiones, es lo que mas odio de ser tratado como una celebridad.

Soy un atleta, me gano la vida compitiendo en concursos internacionales de patinaje, los que me evalúan son en realidad los jueces de estas competencias, no los fans, pero aun asi, aunque me sienta mal, debo soportar que intenten grabar cada suspiro y poner una cara lo mas amable posible, por que soy un naciente símbolo nacional, y debo ser educado. Pero a ellos, nadie les dice que deberían ser educados.

El primer dia fue el peor, todos mirándome como si fuera una especie de animal en peligro de extinción, con tan solo sonreír ante la broma de uno de mis compañeros los demás ya se sintieron con el derecho de acercarse a platicar o intentar pedir una fotografía, y las chicas, las chicas son lo peor, sonriendo de forma nerviosa como si jamás en sus vidas hubieran visto a un chico antes, como si fuera la única persona que les gustara y no tuvieran su cuarto repleto de posters de esos cantantes pop. Pero un naciente símbolo nacional no puede decirles que se jodan, un naciente símbolo nacional solo puede sonreír y hacer de la vista gorda a sus actitudes vergonzosas. 

Y parece que las personas aun se siguen guiando por las imagen que les dejas ver, porque a la semana de mi ingreso escuche a uno de mis compañeros decir que tenia un nuevo mote, "el chico perfecto", es gracioso, siempre es gracioso.

Cuando quise saber quien lo habia comenzado, todos hicieron que mis ojos se dirigieran a una pelinegra de ojos café claro, no es precisamente guapa, pero tampoco podria hablar negativamente de su físico, claro que comparada con mis compañeras patinadoras, ella vendría siendo algo menos atractiva. Mis compañeros dijeron que ella suele ser muy perspicaz a la hora de dar su opinión sobre la personalidad de otras personas, sin embargo ella dijo que soy perfecto. 

Hasta el mas perspicaz de los detectives se puede ver opacado por un buen mentiroso, y mis paredes no son algo que una persona como ella pueda derrumbar.

Pero seria tremendamente divertido verla intentándolo.

Las competencias se acercan, mi entrenamiento se volverá intenso y deberé empezar a viajar. Si quiero acercarme deberá ser ahora, deberé empezar a actuar.

Porque al final del dia, lo que vemos de las demás personas, solo son lo que esas personas nos dejan ver, sus paredes pintadas a voluntad y en especial cuando hablamos de una celebridad.

El chico perfecto - Yuzuru HanyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora