Estación zombie: Península (Chanbaek) (Mención del kookv)

Parte 4

Jong-Dae se estaba sintiendo muy asustado, todo el ambiente que sentía a su alrededor era muy pesado, casi lo asfixiaba, los hombres que estaban con el, parecían otro muertos vivientes, no hablaban, no se movían, hasta parecía que no respiraban.

Se hubiera sentado de no ser que unas pequeñas rejas por los pies de todos, se comenzaban a abrir lentamente, sonaba una alarma constante, era fuerte y muy escandalosa, perfecto para levantar hasta la persona que duerme como tronco.

Los hombres empezaban a salir despacio, sin ánimo. Chen trató de detenerlos, pero nadie lo escuchaba, simplemente pasaban de el, el rubio tenía planeado quedarse justo donde estaba, hasta que una rejilla de una puerta se abrió, dejando ver a uno de los del campamento.

-¡Adelante 61! ¡Los zombies tienen hambre!- el sucio chico trato de darle un pequeño empujón, pero Chen no quería que lo volvieran a tocar, así que solo obedeció y se salió.

Miles de personas se encontraban detrás de unas rejas, gritando, saltando, hasta intentaban subirse a los metales para observar mejor. Subin se levantó de su lugar, alzó con diversión un botón rojo, mostrándoles a todos que el juego estaba por dar inicio, sus dedos tocaron el botón, haciendo que un gran reloj empezará a dar cuenta regresiva.

Todos los jugadores estaban preparados para correr, pues unas grandes puertas de hierro se abrieron lentamente, de ahí salió una pequeña montaña de infectados, se encontraban enredados entre ellos, hasta que del fondo, salieron algunos zombies, corrían rápido hacia ellos, algunos se estaban aventando para poder morderles.

Chen al ver que su "juego" era básicamente ver a humanos ser mordidos por infectados, se sintió aterrado, no tenía planeado morir así, es más, no sabía si realmente moriría. Solo corrió, esquivando a lo que pudiera, evitando que le clavaran los dientes en alguna parte de su cuerpo, solo veía a cada momento el tiempo, implorando que esos dos minutos acabarán rápido.

Veía a los demás caer por mordidas, pero de la misma puerta de hierro, salió un hombre bastante raro, tenía ropa brillante, específicamente, tenía luces alrededor de el, bailaba y silbaba con fuerza. Los infectados se sintieron atraídos por el ruido y los colores que desprendía el hombre, algunos lo siguieron hasta adentro de la puerta.

Los zombies seguían mordiendo a los que atrapaban, Chen sentía que en algún momento se desmayaría, pero uno de los del campamento vio que el rubio no entendía que podría pasar si se quedaba ahí.

-¡Oye amigo!- llamo a Jong-Dae -¡Si no te das prisas, la puerta se cerrará!- río fuertemente al ver la cara de confusión de Chen.

El rubio al ver que era cierto, corrió tan rápido como pudo, entro al lugar y trato de calamar su agitado corazón y su temblorosos cuerpo, la descarga de adrenalina que había tenido hace unos momento lo dejo tan cansados que podía dormir por horas.

-¡¿Tienen hambre?!- de la rejillas, la cara de un chiste se vio, a lo cual, todos sus compañeras empezaron a asentir frenéticamente - Aquí tienen- tiro sopas crudas a la cabeza de los demás, ellos rompieron cada bolsa de dónde venía la pasta, comenzando a comer como unos completos animales - Oigan, deben de compartir con sus compañeros, son unos bastardos codiciosos- sonrió burlón y cerró la rejilla, dejando a Chen con un casi colapso mental y físico.

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- Bueno, no me importa quien seas, solo trae el dinero, las condiciones son las mismas que para los chicos que enviamos, quien lo traiga se queda con la mitad del dinero ¿De acuerdo?- la voz del otro lado hablaba con un tono algo aburrido mientras daba otra vez las instrucciones sobre cómo debían de darle el dinero.

-¿Estás diciendo que podemos salir de la península?- Bang Chan pregunto.

- Si, estamos esperando en el puerto de Incheon, llámame cuando llegues ahí. No es tan difícil- ánimo la voz.