Sin darme cuenta me quedo dormido, el silencio entre yo y mi compañero esta vez havia sido tant largo que el sueño pudo vencerme.
Me despierto, el cielo esta oscuro, ¿es de noche?, me pregunto mientras me incorporo como puedo en la cama:
-no te muevas tanto- me ordena una voz, dura y firme sin duda mi padre:
-no me pasara nada por moverme un poco deja de mandarme- le contesto, sino fuera porque estoy en el hospital ya me abria girado la cara, incluso me hubiera castigado, pero hoy parece contenerse, solo me mira, debe estar pensando que soy un crio arrogante:
-solo...- deja la frase a medias, se lleva la mano a la cabeza y frota su pelo de un lado a otro -yo solo intento protegerte-
-¿protegerme?- frunzo el ceño -ya no soy un niño-
-eso es lo que tu te crees- me quedo en silencio, a pesar de no ser el más pequeño de la familia siempre me tratan como si lo fuera:
-tengo 17 años papa-
-lo se- se levanta de la lujosa silla en la que estava sentado para acomodarse a mi lado, al borde de la cama -no eres más que un niño- eso me hace enfurecer, aunque sus ojos muestran un punto de ternura, no puedo enfadarme con él si me mira así, simplemente giro la cabeza hacia otro lado. En ese momento me doy cuenta que la cama de mi lado esta vacia:
-¿donde esta?- pregunto confuso, mi padre mira a la cama al igual que yo:
-¿quien?- me pregunta aunque no recibe respuesta, con un movimiento rapido aparto la manta y saco la piernas de la cama:
-eh, eh, ¿a donde te crees que vas?- me dice mi padre pero antes de que pueda retenerme salto de la cama y corro hasta llegar a la puerta -¡Duque!- salgo de la habitacion y miro por el pasillo ¿le habra pasado algo? Me pregunto mientras camino por el pasillo, oigo unos pasos que corren rapidamente hasta a mi y luego unos brazos que me rodean por la barriga inmobilizandome:
-¡padre sueltame!- le digo al reconocer su reloj de muñeca:
-¡te he dicho que te quedaras quito! ¿porque no me haces caso?-
-tengo cosas que hacer ¡sueltame!- las enfermeras se giran hacia nosotros perplejas, forzeo todo lo que puedo pero es en vano, noto como mi corazon se acerlera y me cuesta respirar, de repente mis pies se levantan del suelo y mi espalda se ajunta con el torso de mi padre:
-¡dejame!- le grito apenas sin fuerzas:
-¡deja de hacer fuerza hijo!- me quedo tan parado al escuchar la palabra "hijo" saliendo de la boca de mi padre que bajo la guardia y dejo que me devuelva a la habitacion.
Al llegar dentro deja que mis pies caigan el suelo, ya no forzeo, no me quedan fuerzas:
-¿en que estavas pensando?- me pregunta con la mayor calma possible, trago saliva lo más rapido possible para poder seguir respirando. Poco a poco me voy debilitando, siento como si tuviera una piedra encima la cabeza y esta me empujara hacia abajo, noto como los brazos de mi padre cobran fuerza para poder sujetarme:
-vamos vuelvete a tumbar- me dice con un hilo de voz, apoya su mejilla en la mia pasando su cuello por encima mi hombro, aprieto los dientes idignado:
-¿porque a mi?- siento como se me resbala un lagrima por la mejilla, una lagrima llena de frustracion y agotamiento, mi padre no dice nada, solo me sujeta en silencio:
-lo siento- se disculpa, no comprendo la razon, ni tampoco me hace sentir mejor, pero al parecer es lo unico que puede decir.
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Atraves de mi
ActionDes de que nació, Duque tuvo problemas de corazón por lo tanto no podía hacer muchos esfuerzos, es decir, no podía correr, no podía jugar, no podía sentirse como los demás niños. Pero a sus 17 años de edad eso cambia, toda su vida, cambia, ¿te atrev...