🐸
El día inicio con la llegada de los primeros rayos de sol que se colaron por su ventana, la suave brisa que movía los pocos árboles fuera de su hogar eran presagio de un día templado, ideal para salir un par de horas a dibujar las plantas que delicadamente crecían en los alrededores del pequeño estanque ubicado en su extenso patio trasero.
Con pereza se levantó de su cómoda cama y se colocó sus acolchadas pantuflas para bajar a tomar un desayuno ligero, no sin antes asegurarse de que las pocas macetas que tenía en su habitación estuviesen bien hidratadas.
Una vez terminó su sencillo desayuno, subió nuevamente a su habitación y se vistió con sus típicas prendas para andar por el campo. Peino sus cortos cabellos para que estos no tuviesen enredos e hizo lo mismo con las pequeñas orejas que reposaban sobre los mismos.
Alistado y habiendo cuidado de las plantas de su hogar, salió del mismo para dirigirse al gran granero que se alzaba en la lejanía. Ahí, alimento al poco ganado que poseía y encendió los aspersores para que sus cultivos fueran regados. Terminadas sus actividades obligatorias tomo sus materiales de dibujo de una pequeña caja en lo alto del granero y partió hacía el estanque.
Cuando llegó, dejo su material en una mesa algo alejada del agua y tomo una regadera de plástico que descansaba en la misma mesa, regó con sumo cuidado las plantas que se aglomeraban en las orillas del estanque y, utilizando unos guantes para proteger sus manos, quitó las malezas que interferían con el crecimiento de las mismas.
Terminado su trabajo, tomo asiento en la silla de metal que hacía juego con la mesa donde colocó sus materiales. Tomo uno de sus cuadernos y un color azul opaco y comenzó a bocetar algunas flores de platanillo las cuales posteriormente pintaba con tonos carmín.
La calma transmitida por el suave sonido del viento y la quietud del ambiente se vio interrumpida con un alegre cantar. Contrastando con el dulzor de la tonada, está era desconocida e inquietante; era poco común el escuchar esa clase de sonidos en ese lugar a esas horas del día, normalmente los únicos animales que ahí se encontraban eran los peces que residían el estanque los cuales poco ruido hacían realmente.
Con algo de desconfianza, el joven granjero se acercó a las aguas para ver quién o qué producía tan bella melodía encontrándose con una pequeña rana cara de niño que descansaba sobre una hoja de nenúfar.
La ranita, al ver al granjero como una potencial amenaza, paro su cántico y con premura huyó del lugar, dejando al joven híbrido más confundido de lo que ya estaba en un inicio.
MinGyu dejo pasar aquel incidente sin darle muchas vueltas y regreso a su asiento para continuar dibujando, está vez, plasmó en las hojas de su libreta a aquella ranita que cantaba sobre el nenúfar.
🐸
-Lix

ESTÁS LEYENDO
Shy Little Frog | GyuHao
ContoUna pequeña ranita acompañaba sus tardes al compás de un divertido tono.