☁︎︎ One shots de Gojou x Yuuji, del anime Jujutsu Kaisen.
☁︎︎ Los personajes y las imágenes no son de mi autoría, pertenecen a sus respectivos autores.
☁︎︎ Prohibido copias o adaptaciones.
☁︎︎ Historia 100% mía.
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| universo con maldiciones | | Au omegaverse | | TeenagerGojou! |
Y ahí estaba el niño el cual era el recipiente de Sukuna, el rey de las maldiciones, junto a él se encontraba su hermano gemelo qué tal como decían los rumores no se parecían completamente en nada.
Pero el, su sonrisa, su raro cabello, su olor, su cara, sus ojos, literalmente todo del chico que era recipiente de Sukuna era hermoso.
Agregando que era bastante amable y tierno.
El de cabello negro lo miraba totalmente mal pero no le importaba, el solo quería observarlo, y si era posible quería obsérvalo por mil horas.
Los cuatros tenían una misión ahora mismo, porque estaba Suguru, y si no fuera por aquella misión se conocerían quizás cuando.
Aunque si o si se conocerían porque van en la misma academia de hechicería.
Ambos de primero iban con uno de tercero y afortunadamente le tocó Yuuji. Estaba feliz muy feliz tan feliz que sentía felicidad.
Gojou Satoru poeta 2021.
—Director, pido ir con Gojou-san—pidió Megumi y todas las miradas fueron a él.
—Claro, pueden hacer intercambios si así lo desean—hablo y Yuuji hizo puchero.
—Moo~ Megumi—reclamó en voz baja supuestamente solo para Megumi pero no era así, todos escuchaban—, te dije que yo quería ir con Gojou-san porque había escuchado que era genial, quiero verlo yoooo—Megumi pareció pensarlo unos momentos—, te compraré un chocolate, ¿si?
—Bien—respondió en un gruñido—. No quiero hacer intercambios, igualmente gracias.
—Okey. Ahora la misión es por separada, cada uno irá por diferentes lados—comenzó a explicar y Megumi quizo cambiar por qué el albino no le daba buena espina, parecía ser un asalta cunas pervertido, pero solo siguió escuchado—. Hay maldiciones secuestrando niños pequeños, su misión es exorcizarlas. Serán llevados al edificio correspondiente por Ijichi.
Satoru se colocó atrás de Yuuji lentamente sin ser notado por los de primero y olfateó con levedad el cabello del menor, pues el olor a chocolate era embriagante. Suguru le mando un codazo.
—Das asco—susurró solo para el de ojos azules. Satoru le sacó la lengua molesto como un niño pequeño y luego le sonrió inocentemente al director ante su mirada.
