Si viene, dile que no estoy.
Que fui a morir a alguna parte del monte,
que tiré mis cenizas a un viento hirsuto,
esperando reencarnar en un lindo ciervo de panza blanca
y brillosos orbes de manta.Que olvidé cuestiones de la tierra,
que mejor me convertí en madera,
que sentí el palpitar de sus raíces en los matorrales,
y que en su latir nos licuamos,
hasta que ya no pude separarme del agua en su interior
o de sus anhelos sobre el futuro.Que me encontré pese a sentirme perdida,
que me amé pese a haberme odiado tanto,
que me recordé justo antes de olvidarme por completo,
de ahogarme eternamente,
en la espesura de un invierno del que siempre renegué.Si viene, dile que no estoy,
que soy parte del mar, o del bosque, o del desierto,
de alguna dulce parte de este bello mundo al que ahora le entrego mis más preciadas memorias
y que, llorándoles un poquito, —solo un poquito—, les confieso:
en medio de sus tierras...
pude realmente vivir.Love, Sam 🌷
Cuando desde este cielo aborregado, me miras © 2021 Samantha Hirszenberg
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Cuando desde este cielo aborregado, me miras © Poemario
Poetryㅤㅤ«Cuando desde este cielo aborregado me miras, siento que esta vida obsequiada podría quizá, solo quizá, valer el dolor» Una larga carta que se escribe mientras gasto la retina en el horizonte. -Nada, solo un Poemario que espero pueda ser largo, m...