experimento ~ Rubegetta ~

Capítulo Dos; Rubén la mascota humana.

~| Narrador |~

Sinceramente alrededor de 2 semanas habían transcurrido desde la llegada del híbrido, nombrado como Rubén , nombre impuesto por el Amo de cabello azabache y hermosos ojos color amatista.

 Samuel finalmente le había enseñado lo básico eventualmente El único problema que tenía era que el pequeño chico no sabía hablar Por lo cual Guillermo vendría durante el día para enseñarle eso o lo más básico.

Cada vez que Rubén quería algo era simple deducirlo, su rostro era como una hoja en blanco era tan simple de leer incluso cuando quería Lo más complicado del mundo. Samuel podía comprenderle a la perfección

Y eso era de admirar.

También se descubrió qué Rubén no era del todo perfecto pero era un híbrido defectuoso puesto que su forma animal no le respondía ante la transformación lo cual hacía que su valor disminuyera bastante y que digamos esto al Gran Conde no le gustó lo absoluto tanto así intentó acabar con El pequeño híbrido con sus propias manos
Siendo detenido por Akira una de las sirvientas de la gran mansión

Lo cual no fue gratis ya que la chica recibió el castigo de la mascota quién durante ese tiempo dejó de alimentarse por la sensación de culpa

Sin pensarlo dos veces , cuando la muchacha supo de esto le hizo entender que no era su culpa en lo absoluto.

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pero en fin , Nieves, otra chica que servía para la familia; estaba luchando con todas sus fuerzas en una "épica" batalla pues le habían encargado arreglar a Rubén antes de que el señor Guillermo llegara al gran hogar.

sin embargo no era una tarea sencilla pues Rubén  odiaba la idea de un baño, no solo era por los malos recuerdos que le dejo el padre de Samuel si no por la exagerada cantidad de productos "Humanos" que usaban a la hora de tomar un baño.

el tan conocido "Shampoo" se le metía en los ojos cada vez que la Chica refregaba su cabello . haciendo que la lucha fuera cada vez mas larga, sin siquiera pensarlo La chica   lavo de manera  rápida  la espuma restante.

Definitivamente le recordaba a la sensación de estar bañando a una mascota

la parte mas  sencilla había acabado ahora el problema era secar tanto su cabello como  vestir el delgado cuerpo que usualmente solo usaba aquel viejo y sucio camisón color beige.

— Disculpe la tardanza — dijo la joven chica de cabello naranja entrando al gran salón del hogar  viendo a un Samuel sentado en uno de los caros sofás de terciopelo — El joven Ya esta listo.