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Amara Goodman

El fin de semana había terminado y como todo lunes debía ir a la escuela pero una hora antes de salir preferí reportarme enferma e irme directamente a la editorial. Salí del ascensor y Emma me recibió con una enorme sonrisa que me costó no corresponder.

—Tu no deberías estar en la Universidad?—enarco una ceja y me señaló con el bolígrafo que tenía en la mano.

—me reporte enferma. No quería estar más allá y prefieri venir a distraerme aqui—llegue hasta donde estaba ella y me recargue de la barra de recepción—y mi abuelo?

—dijo que hoy llegaría más tarde, así que preferí ocupar ese tiempo libre para perderlo en las aplicaciones—me guiño el ojos con diversión. Que tenía de divertido conocer chicos por aplicaciones?

—Emma algún día va a resultar no ser la persona que en el perfil te asegura, mejor deja eso...—ni siquiera me dejó terminar por queme callo moviendo su mano deliberadamente haciendo un "shh" con sus labios.

—no sabes a quien acabo de encontrar aquí...—frunci las cejas y ella soltó un grito agudo.

—A Trevor!—mas confusión en mi rostro y ella giro los ojos con fastidio y giro el celular hacia mi. Confirmo. En aquel perfil había una foto de el chico con toda su información, le arrebate el celular y comencé a leer—....que? No esto no es de el. Pasatiempo favorito? Mirar los atardeceres acompañado de la tranquilidad y mi mascota? El ni siquiera tiene mascota!

—Pues si es el por qué su número de teléfono está ahí—señalo la pantalla y no mentía—no se supone que el estaba muy interesado en ti? Babeando por ti?

—No lo se Emma—espete con sin mucho interés regresando el celular a la dueña—hace dos semanas que no le contesto a Trevor los mensajes. Y aunque no me interese me sorprende que el después de venir aquí tantas veces pidiendo que saliéramos por qué el toma las relaciones serias ahora lo encuentre en una aplicación para citas a ciegas.

—Bueno tu sabes....—mi mejor amiga se encogió de hombros pero corte cualquier excusa.

—No se nada. No me interesa nada. Y no quiero visitas en todo el dia. Persona que entre juro que la sacaré sea quien sea—me gire y adentre a mi oficina con molestia.

Trevor era un chico que había conocido una vez que mi abuelo tuvo su reunión con una empresa nueva y su padre trajo a su hijo(Trevor) para enseñarle lo que el hacía todos los días. El si era un niño malcriado y mimado que solo extendía la mano y la tarjeta estaba a su disposición. El punto es que después de aquella reunión el comenzó a venir para invitarme a salir pero apesar de negarme acepte salir con el unas ocasiones hasta que me dejó en claro que le gustaba y quería una relación conmigo. Salí corriendo. Vale no literalmente pero quería hacerlo. Se me hizo incómodo que me dijiera eso. Llegué al escritorio y me deje caer ahí comenzando con el papeleo que tenía lleno en mi escritorio por mi falta estos días.
Llevaba un par de horas sumida en mis documentos pero Emma entro interrumpiendo mis pensamientos.

—cariño vamos a salir a comer. Ya es tarde—se recargo de la puerta.

—Tengo trabajo, comeré más tarde no tengo hambre—ni siquiera levanté la mirada. Escuché un gruñido proveniente de mi mejor amiga y sus tacones resonar en la habitación.

—No, vamos a comer Amara y no pienso salir de aquí hasta que vallas conmigo—me hizo bajar el archivo y miro seria. Suspire y me puse de pie. Lo mejor era no hacerla enojar, daba miedo cuando lo hacía.

—solo serán 40 minutos no más entendido?—ella me miró sonriente y salió conmigo detrás.

Llegamos a él restaurante de siempre dónde Ben ya nos estaba esperando. Bueno no nos prestó tanta atención por qué estaba coqueteando con el mesero. Ni siquiera probé un poco de mi comida y apesar de creer que ellos no se darían cuenta me equivoqué por qué dejaron de hablar su tema y me quedaron mirando.

•No Todo Es Lo Que Parece•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora