Capítulo 1: " Je Suis Tombé Amoureux de Toi"

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Joseph Desaulniers

Me toca ir a un partido, llevo una buena racha de 10 partidos victoriosos, etse no debe ser muy diferente, además tengo una reputación que mantener, soy el cazador más temido, hasta de la mayoría de mis compañeros cazadores, no es nada personal, solo que soy algo malhumorado. 

Antonio: Joseph, ya te toca- le agradecí y bajé.

Mientras ellos me hacen esperar escucho algunas de sus conversaciones, no sabía que entre todos se llevaran bien, que espanto tener que aguantar a tanta gente, finalmente llegó la hora, The Red Church, es un mapa fácil, nada complejo, empecé bien y poco a poco cada sobreviviente fue derrotado, no puedo olvidar esas miradas de horror y sufrimiento, me encanta, pero aún me falta uno...es extraño, solo he visto 3 sobrevivientes, no puedo evitar que me falte, empecé a buscarlo por el mapa pero nada, y no puede irse ya que no han decodificado ni una máquina, encendí mi cámara y lo busqué en el otro mundo, lo encontré pero no alcancé a dejarlo en la silla, al menos esta débil, eso me da ventajas, seguí buscando por el mapa hasta que finalmente lo ví, empecé a perseguirlo y finalmente lo dejé en el suelo, le solté el cabello con la espada, lo volteé para verle la cara y...es hermoso, nuca había sentido algo así antes, pero necesito ver su cara completa, ¿por qué la esconde?, eso es algo que averiguaré después.

Joseph: ¿Cómo te llamas?, mi querido.

Aesop: Aesop..Carl- su voz es melodiosa, es bella, tan fragil, cuando intenté ponerlo de pie- espera- miré y alcancé a lastimar su pierna.

Joseph: Mon cher, lo siento, no medí mi fuerza- no me queda opción que cargarlo, traté con cuidado, pero no pude evitar que soltara uno que otro suspiro de dolor, pensé en una forma de compensar esto- cuando te vuelva a ver te invitaré a tomar algo, ¿te parece?

Aesop: Me encantaría- cuando logramos salir del mapa me encontraba en la mansión de los sobrevivientes- escóndete en el sótano, en esa puerta- le hice caso.

Joseph: ¿Y ahora qué?- no quiero imaginar en donde me vean, me enojaría mucho.

Aesop: Solo hay que esperar, ahorita todos se van a comprar cosas, menos mal yo no iré- lo miré- no me gusta salir mucho, me incomoda estar entre tanta gente.

Joseph: A mí también- esperamos y en poco tiempo esas alimañas se fueron, pero por si acaso nos quedamos un poco más, cuando ya no había ruido, salimos de ahí y me indicó en donde quedaba su habitación, al entrar es una habitación grande como la mía- no es justo, tu cama es más grande que la mía, igual tu armario, voy a mandar una queja a Miss Nightingale - su risa es aún mas bella- dejame ver tu herida- pareció incomodarle, no logro entenderlo, ambos somos hombres- no te preocupes por mí, no te haré nada, a partir de ahora- lentamente se retiró lo pantalones, no sabía que un hombre llegara a tener unas piernas como mujer, pero tenía un short debajo, maldición, al ver su herida sentí culpa, se ve horrible.

Aesop: En mi baño hay un kit para este tipo de heridas- fuí a su baño y es más grande que el mío, lo encontré y se lo traje.

Joseph: De verdad me voy a quejar, hasta tu baño es más grande que el mío, esa ruiseñor me esta robando- empezamos a desinfectarla y voy a ser honesto, me destrozaba cuando se quejaba- perdoname, estoy haciendo con toda la suavidad que tengo- después colocamos la gasa en la herida, pero no me convence.

Aesop: Descuida, cuando Emily venga estaré mejor, gracias Joseph- me despedí de él y volví a la mansión del cazador y al entrar a mi habitación cerré la puerta con llave, así les digo a los demás que se alejen.

Toujors  á Mes CôtésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora