Incapacidad

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Toda mi vida he tratado de convencerme de ser mejor, me esfuerzo por salir adelante, aunque en varias ocasiones he deseado dejar de respirar. La sola idea de estar sola y poder sentirme libre y tranquila me deja un vacío emocional, ya que sé que hasta el momento de mi muerte viviré en agonía sin saber que será de mí. Creo que la mayoría de personas nos sentimos en el mismo borde alguna vez en la vida. En mi caso, ser fuerte significa demostrarles a los demás que no soy débil, aunque al acostarme en mi cama recuerde lo difícil y doloroso que fue el día. Les contaré como comenzó mi vida y como fue que termino de la manera más estúpida. Nací en una ciudad poderosa y fuerte, aunque nació en los lugares donde la mayoría de clase baja vive. Mi venida no fue la más esperada porque ante de mis padres perdieron ami hermano, durante mi crecimiento todo era un mar de aprendizaje, a temprana edad comencé a caminar y a analizar las acciones de los demás. Antes de los cuatro años mis papás me llevaban a su trabajo y les ayuda a vender su producto. Recuerdo que mi padre fue un egocéntrico y tacaño que solo buscaba lenar su bolsillo, por lo que nunca aportaba en nada. Mi madre trabajaba demasiado y hacia lo posible por mantener su hogar. Me gustaba ir con ellos, eran los únicos días en los cuales tenía con tacto con otras personas que no fueran mis tías y abuelos.Crecí en esos suburbios de violencia y pobreza y aunque siempre trataba de hacer lo mejor por no ser como los demás, mi vida se rodeaba de problemas. Cuando cumplí ocho años mi padre nos abandonó y mi madre me llevo a vivir con su familia, gente con una mejor estabilidad económica y propietarios de varios lugares. Mi madre tuvo que ir a otro sitio a trabajar, por lo que me quede con mis abuelos.Me encantaba vivir con ellos, había conocido a mis primos y dos de ellos eran adorables y simpáticos, me encantaba invitarlos a dormir y jugar hasta estar cansados. Por otro lado, mis abuelos eran muy diferentes, mi abuela era fría y rígida, mientras que mi abuelo era más cariñoso aunque muy serio con los demás. Durante este tiempo mis abuelos mantenían poca comunicación, al parecer ya no sentían el amor que durante muchos años los mantuvo juntos y el cual les dio tantos hijos. Se solía decir que mi abuelo era un mujeriego y apostador, aunque no sabía que era el significado de eso, yo vivía tranquilamente mientras los demás criticaban mi familia. Crecer en le campo es muy diferente, las mujeres tienen que aprender a ser fuertes y mantener una rutina muy cansada. Mi abuela me mandaba a casa de sus amigas con producto que obtenían de sus animales, ya fuera queso, lecho, pan, huevo u otras cosas. Tenía que caminar como una media hora y durante el verano lo único que podía hacer era usar suéter para no quemar mis pobres brazos con esa calor horrible. A temprana edad entendí que los hombres vienen en distintas formas, por ejemplo mis algunos de mis tíos eran unos idiotas, pero los idiotas que darían la vida por su familia. Por otro lado, estaban los que eran idiotas con todo el mundo, mis tíos, lo que nunca sabían pedir perdón o permiso. También existían los hombres que no eran de la familia, muchos de ellos eran honrados y respetuosos, aunque todos son idiotas, ya que conforme los conoces lo sabes. Y por último estaban los bastardos que se aprovechaban de la inocencia de las mujeres.Durante una visita a una amiga de mi abuela puede encontrarme a un hombre desconocido y borracho, estaba casi en la entrada de la casi de la amiga de mi abuela, por lo que por obligación tenía que pasar por ahí, ya que con el carácter de mi abuela era fácil que terminara con moretones en mi espalda. El hombre era algo bajo, tampoco era tan joven, parecía tener unos 40 años y apenas podía mantenerse de pie o eso creía yo. Con nerviosismo, pase camine hacia la casa, mis pies temblaban, porque ver que alguien está en medio de las calles haciendo sus necesidades es incómodo. Estaba a unos centímetros de pasar por donde el cuándo sé el sujeto se dio media vuelta y mostrándome sus partes intimas y tomándolas con su mano se acercó ami. Que podía hacer las únicas partes intimas de un hombre que había visto eran las de mis sobrinos recién nacidos y eso porque les cambiaba el panal. Estaba en un estado de shock, mi cuerpo estaba frío y sentía como una oleada de escalofríos recorría cada parte de él. Después de darse la vuelta me miro fijamente y se acercó, tenía 11 años, todavía era una niña que no se había terminado de desarrollar, mi cuerpo era débil. Estaba tan cerca de mí que su aliento apestoso se podía sentir tan fuerte. Mientras tocaba y frotaba su miembro con su mano izquierda, con la derecha tocaba mi cara y sonreía. El lugar era intransitable para llegar, ahí tenía que salir de la vista de las vecinas y caminar entre los árboles y arbustos sin contar que en la zona más fea y casi al borde de un barranco. Mi cuerpo no respondía y yo estaba queriendo gritar, me sentía en una caja y sin manera de salir, el sujeto tomo las cosas que yo traía y las tiro al suelo, luego con fuerzas me tomo del cabello y prácticamente me arrastro hasta el bosque. Logre salir de mi estado y trate de levantarme del suelo y correr, pero él me tomo por el cabello y tapo mi boca con su mano. El estado de show volvió al sentir con insertada sus asquerosas manos debajo de mi camiseta, al ver que estaba inmóvil comenzó a quitar mi ropa y podría sentir como su respiración aumentaba y hacía ruidos extraños. Sentí un dolor muy fuerte el cual saco lágrimas y como él se reía después de haberme mordido un pecho y sacar un poco de sangre, procedió a abrir mis piernas y con su sucia boca succionar era horrible sentir todo eso, luego volvió ami cara y rio yo solo lloraba, ya que para mi cerebro era más lógico llorar que hacer que mi cuerpo reaccionará y correr. Ya estando en esa posición metió su diminuto y arrugado miembro en mí y comenzó a moverse de forma horrorosa, sus aullidos eran horribles, después de 5 minutos saco su horrible cosa de mí y un líquido blanco salió de él cayendo en mi abdomen. Él se sentó a un lado y tomo más de whisky barato. Tomo su teléfono y le marco a alguien, luego me ato de manos y pies. Me dejo desnuda ahí en medio de la nada encima de simplemente tierra y ojas en descomposicion. Al pasar unos minutos un hombre alto, piel muy blanca, cabello castaño, sus ojos eran de un color extraño podria jurar que era gris, sus manos parecian las de un atleta  y era joven  aproximadamente unos 20-30 años cuando llego, no parecía estar borracho, pero pude ver como le dio dinero y le dijo que se fuera que todo estaba a mano.

Amante del DiabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora