¡Déjate Querer Rayis! Adrien Agreste x Tu

1

-¡¿Qué yo que?!

Gritó ______, al mismo tiempo que se levantaba de la mesa, algo alterada, donde toda su familia comía.

-Lo que escuchaste sobrina-. Dijo sin vacilar una señora con ya bastantes años.

-¡Eso no puede ser posible! No te creo. Me niego a creerlo.

De nuevo la chica se sentó y cruzó sus brazos.

-Hija-. Intervino su padre. -Sabes que tu tía nunca se ha equivocado.

En la familia de la chica. Era costumbre que, a la edad adecuada, su tía Marie les decía que ocurriría con ellos. Que les tenía preparado el destino para ellos. Y ese día era el cumpleaños número 15 de ella, ya era su hora.

Era vidente. Tal vez haya personas que no crean que existan y los creen estafadores.

-Pero esto es absurdo-. Bufo ______.-Ella dice que terminaré con Adrien Agreste. ¿Escuchaste? Ella dijo ¡ADRIEN AGRESTE! No es cualquier persona, aparte de que no lo conozco cara a cara, apuesto 1000 euros a que no sabe que yo existo.

Ella volvió a levantarse.

-¡Yo quiero estar con quien me guste!

Salió corriendo de ahí, fue directo a su habitación y azotó la puerta.

Ella se dejó caer. ______ espero desde niña este momento, para poder escuchar que pasaría con ella. Y con toda su alma quería escuchar que ella estaría toda su vida con aquel pelinegro de ojos esmeralda.

Pero terminó resultando otro ojiverde.

Se levantó y fue directo a su cómoda, agarró una foto, donde dos chiquillos se abrazaban con fuerza y la besó.

- Yo sé que lo puedo lograr. Yo puedo estar con Marc.

Mañana empezaría la preparatoria.

Ella sabía que podría lograrlo. Y más sabiendo que era imposible que ella y Adrien podían conocerse.

Sólo tenía que luchar con el destino.

❤💚❤

Ella esperaba fuera de casa con su mejor conjunto de ropa. Quería impresionar a Marc, en cualquier momento él pasaría por ella para ir al Instituto. Lo hacía ya desde hace tiempo, ya era una costumbre. Juraron por la garrita nunca dejar al otro.

-Buenos Días ______.

A la chica le brillaron los ojos al ver al chico frente a ella.

-Marc. Buenos días.

Bajo los escalones y se junto con él, ambos comenzaron a caminar rumbo a la escuela. A la chica le latía el corazón fuertemente.

-¿Como te fue con tus predicciones?

Marc sabía la costumbre de su familia. Él también quería saber que ocurriría con su vida, pero era imposible, sólo se podía si había relación de sangre.

-Me ha dicho que sería una buena con el trabajo que me llegara a apasionar. Y demás cosas que son secretas.

Ella le guiño el ojo pelinegro y este suspiro. Y de la nada, como loco, empezó a buscar entre sus cosas.

-¿De nuevo se te olvidaron tus llaves?

- No, es esto.

Saco una pequeña bolsita de terciopelo rojo y se la entrego.

Ella se puso roja.

- Es tu último regalo, aún no estaban listos. De nuevo, feliz cumpleaños.

Ella sonrió mostrando sus dientes. Vació el costalito y salieron unos cuantos pines de diversas formas y colores.