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En los rincones más oscuros de internet, podían encontrarse mil y una historias: hadas, vampiros, sirenas, etc. Pero últimamente, habían surgido rumores aún más extraños. Se decía que la gente de élite, aburrida y deseosa de novedades, había contratado a un grupo de científicos dispuestos a jugar con humanos y animales a cambio de una jugosa suma de dinero. Después de una década de experimentación y muertes, se había logrado la creación de híbridos de diferentes tipos de animales. Se rumoreaba que eran aberraciones, con cuerpos mitad humanos y mitad animales, patas de animales en vez de manos y otras características inhumanas. Por ello, no había fotos ni videos que confirmaran su existencia, solo leyendas urbanas en la deep web.

—Degenerado–, murmuró Seokjin, sacudiendo la cabeza. —Cuántas veces debo repetirte que no lo compres– replicó Jungkook.

Ambos chicos miraban al rubio frente a ellos, que estaba absorto en su laptop mientras comía galletas y bebía leche. Su cola y orejas se movían de vez en cuando, demostrando su emoción.

—¿Cómo es que hay un chico gato en tu casa si no lo compraste en la deep web?– JungKook rodó los ojos y finalmente miró a Seokjin, tomándolo del brazo para llevarlo a la sala y evitar que el chico gato escuchara su conversación.

—Estaba desayunando cuando escuché que llamaban a la puerta. Cuando abrí, vi a ese chico vestido solo con una camisa sucia, señalando su boca. Después de darle lo que yo iba a desayunar, te llamé y eso fue todo–. Hizo una pausa antes de sonreír. —Y deja de molestar con lo de la deep web, solo entré una vez para probar mis habilidades, no busqué nada ni quise ir a lo más profundo–.

Seokjin se cruzó de brazos y negó con la cabeza. "Ese mocoso puede ser un presumido a veces, pero ¿quién no lo sería en su lugar?" Pensó Kim. Jeon JungKook, a sus 23 años, tenía un trabajo estable y bien pagado, su propio auto y vivía solo en la casa que había sido de sus padres hasta hace un par de años, cuando tuvieron que dejar Corea para ir a vivir a EE. UU. por negocios. Una vida envidiable para algunos.

—¿Sabes su nombre? ¿Te ha dicho algo?– JungKook negó con la cabeza. —Solo sé que su nombre es Jimin, no sabe hablar, solo puede maullar... Por eso, después de que tomó un baño y se puso mi ropa, busqué algo que pudiera ayudarlo... Encontré ese programa extraño de BT21 y parece gustarle demasiado–.

Guardaron silencio al darse cuenta de que Jimin había ido a la sala, jaló la sudadera de JungKook para llamar su atención, y cuando la obtuvo, sin previo aviso lo besó, dio la media vuelta y volvió a la cocina dando pequeños saltitos. El silencio inundó la sala, Seokjin no se atrevía a decir nada antes de que JungKook lo hiciera, pero JungKook se había quedado sin habla, con el rostro completamente rojo... Ese había sido su primer beso.

ᴍᴇᴏᴡ = ʟᴏᴠᴇ ᴜ ×ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora