ᴍᴇᴏᴡ = ʟᴏᴠᴇ ᴜ ×ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ×

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Desde pequeño, Jungkook había demostrado no ser como los demás niños de su edad. Su alto coeficiente intelectual lo hacía destacar, pero a diferencia de otros casos conocidos, Jungkook no era alguien que gustara de presumir su talento. Al contrario, era un chico tímido que prefería mantener un perfil bajo. Su inteligencia no pasó desapercibida por mucho tiempo, y pronto le ofrecieron avanzar varios grados. Después de negarse un par de veces, finalmente aceptó debido a la presión de su madre.

Los primeros días en la preparatoria fueron difíciles. Todos eran más grandes que él, y se sentía extraño. Prefería comer solo y, a veces, estudiaba en la biblioteca durante sus ratos libres o, más bien, fingía hacerlo, ya que a menudo se escondía para dormir o leer algún cómic.

Un día, mientras leía un cómic en la biblioteca, escuchó una voz detrás de él. —Vaya, vaya, el chico cerebrito del que todos hablan está leyendo cómics. ¿Quién lo diría?– Jungkook dio un pequeño salto y miró hacia atrás, encontrándose con la mirada de un chico alto y ancho de hombros. Jungkook jugó nerviosamente con sus manos al mismo tiempo que bajaba la mirada, unos segundos después, el chico soltó una risa que fue interrumpida por alguien que le pidió silencio en la biblioteca.

—Soy Kim Seokjin–, dijo el chico, sentándose junto a Jungkook. —Hace días que te veo solo por el edificio y me has provocado curiosidad–. Jungkook cerró el cómic y puso un libro encima, intentando ocultarlo. —No eres como los típicos niños genios, normalmente son unos pedantes–.

—Tú hablas demasiado en un lugar donde se debe guardar silencio–, respondió Jungkook, mirando el libro con el que cubría el cómic. Frunciendo el entrecejo. —Y tú estás leyendo cómics en un lugar donde se debe estudiar–. Jungkook levantó lentamente la mirada hacia Seokjin, quien sonreía, lo que lo hizo relajarse. —Mi nombre es Jeon Jungkook–.

A partir de ese día, Jungkook y Seokjin se convirtieron en amigos. A menudo estudiaban juntos, a pesar de estar en diferentes grados, o jugaban videojuegos en la casa de Seokjin, donde Jungkook pasaba la mayor parte del tiempo. Conocer a Seokjin había sido una de las mejores cosas que le habían pasado en la vida de Jeon. Jungkook pasó de ser un chico serio a descubrir su pasión por los videojuegos y hacer varios amigos, a pesar de la diferencia de edad.

Seokjin se convirtió en la persona en quien Jungkook confiaba para todo, y quien lo motivó a seguir sus sueños y estudiar lo que quería, en lugar de lo que su madre deseaba. Incluso lo ayudó a encontrar las palabras correctas para negarse a dejar Corea cuando su padre fue ascendido y tuvo que viajar a Estados Unidos.

La partida de sus padres fue un momento difícil para Jungkook, pero Seokjin estuvo con él tanto como pudo, quedándose a dormir en su casa cada vez que era posible. Seokjin sabía que Jungkook guardaba un secreto, pero no lo presionaría para que lo revelara. Esperaría a que Jungkook tuviera el valor de hacerlo por sí mismo.