‹ 013: el amor no es un atrevimiento ›

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día 21

ฅ^•ﻌ•^ฅ

Después de pensarlo por largos minutos, algo por fin convenció a la exigente mente de Jungmo. ¡La idea es maravillosa!

Prácticamente tiene todo: los lápices para dibujar, un poco de silicona, tijeras, los colores para darle el toque vibrante al dibujito... Menos el dinero —el que tenía lo gastó para comprar materiales para sus proyectos—.

«Sin eso, no puedo darle este regalo» Pensó, mientras terminaba de dibujar a un gatito.

No quiso, pero no le quedó de otra que pedir prestado dinero para comprar la parte principal de su sorpresita.

Por lo que apenas sonó el timbre de recreo, salió hacia el salón de Woobin. Iba a tocar la puerta; no obstante, oyó una pequeña conversación en progreso del antes mencionado con Serim. Con sigilo se colocó detrás de la puerta, que está cerrada casi en su totalidad.

—Hoy logré exponer este proyecto.

—Me gusta el detalle de las figuritas en 3D cerca al texto.

—Tomó mucho tiempo hacerlo, al igual que ponerle cinta de agua perfectamente en algunas partes, aún así quedó muy lindo.

—Todo lo que tiene que ver contigo es lindo, incluyéndote. —Jungmo abrió más los ojos al escuchar a Serim decir aquello.

Quería entrar y no solo pedirle dinero a Woobin, sino también que le preste un poco de cinta de agua, ahora que lo acaba de escuchar. Pero no puede romper un momento de esa índole.

¡Es posible que Serim y Woobin se hagan pareja en este instante, él no puede meterse al salón y mandarlo todo al tacho!

—No sé qué decir... Tú también eres muy lindo.

—¿Te parece si por fin lo conversamos en persona, y ya no por chat?

—¿A qué te refieres?

—Tú sabes, debemos aprovechar que estamos solos...

Desde la puerta, Jungmo saltó al sentir su teléfono vibrar en su bolsillo.

—Sí, pero aún no creo que sea el momento adecuado.

[minhee: Hyeongjun y yo te estamos viendo desde tu salón]

Él volteó hacia el ambiente, y efectivamente, Minhee y Hyeongjun lo están observando con ojos sospechosos.

Inmediatamente tocó la puerta del salón de Woobin, y Serim lo invitó a pasar.

—Woobin, te quiero pedir dos grandes favores.

—Los que desees.

—¿Crees que puedas prestarme 600 wones, y también un poco de cinta de agua? En todo caso, perdón por el atrevimiento.

—Claro, pero, ¿qué vas a comprar con poca cantidad?... —Ladeó la cabeza.

—Eso es lo que cuestan unas galletas rellenas en la máquina expendedora, no son para mí, sino para Wonjin... —explicó—. Estamos jugando, y quiero darle una pequeña sorpresa.

—No tienes que disculparte si te trata del amor —señaló Serim, mientras Woobin entregaba el rollo de cinta y la cantidad que Jungmo le pidió.

—Tómate el tiempo que necesites para devolverme el dinero —finalizó el menor de los tres.

Asintió y salió del salón, de inmediato percibió las miradas analizadoras de Minhee y Hyeongjun sobre él por pocos segundos.

El simple hecho de sentir el sticker de gatito pegado en su rostro lo inspira a seguir con este pequeño presente. Sus intenciones son las mejores, especialmente si es para complementar el estado risueño de la persona de la cual gusta.











































solo diré algo...

los estudios me están consumiendo lentamente.

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