《A veces lo más inesperado sucede. Un beso, una caricia, una confesión... Una serendipia.》
Jimin antes iniciaba su día con un beso y no sabía porque después de tantos años extrañaba el contacto y la suavidad de unos labios pasados.
Unos ojos brillantes y una boca rosada que no debía recordar.
Mientras sus pensamientos se escapaban de si mismo y daban vueltas como espirales sobre su cuerpo, los grandes edificios alrededor de él parecían darle consuelo con sus colores pasteles: Rosa, amarillo, celeste agua.
BTS se había disuelto hace ya diez años.
Jimin incluso cuando caminaba sobre la acera u observaba atentamente un farol iluminado o la vista de un champagne siendo abierto. Cada uno de esos instantes podrían durar un milisegundo, pero lo llenaban de recuerdos nostálgicos de su juventud, de sus amigos, de sus hermanos escogidos.
De Jungkook.
Día a día. Era difícil vivir con los sentimientos grabados con fuego ardiente en su mente.
En los momentos más duros donde la nostalgia le ganaba a la serenidad, Jimin iba a verlos. Él, en medio de su tiempo detenido, veía como los chicos que amaba cambiaban con cada estación, con nuevas arrugas en sus rostros sonrientes. Jimin era el eterno espectador de vidas felices con sueños cumplidos y la música rondando en cada recuerdo suelto.
Jimin sabía que su futuro no se encontraba allí y que su corazón rebosante seguía esperando por una promesa, aunque él tratara de negarlo. De olvidarlo, aunque si lo hacía quizás podría irse.
Era la segunda semana de junio de un aniversario perdido y recordado. Los colores que iluminaban las calles abarrotadas de personas con lightstick con luz púrpura eran las pruebas de un legado eterno.
Las pantallas a su alrededor se encendieron con un parpadeo hermoso, lento. Veía su rostro joven junto a los demás chicos y las imágenes cambiaban en intervalos: Su debut, su primer mv, su primer premio, su primer Grammy.
Detrás de su mascarilla negra, Jimin sonrió con los ojos cubiertos de lágrimas silenciosas.
Jin, RM, J-Hope, Suga, V, Jimin y Jungkook.
Todos juntos mirándolo a él. A ARMY que, a pesar de todo, mantenía sus corazones unidos.
“No more dream” sonó por los parlantes de las tiendas cercanas.
Oye tú, ¿cuál es tu sueño?
Oye tú, ¿cuál es tu sueño?
Oye tú, ¿cuál es tu sueño?
¿Ese es todo tu sueño?Las voces de las personas de unían como una sinfonía conjunta. Algunas entre sollozos, otras entre risas de alegría, después estaban aquellas chicas que ahora con sus pequeños en brazos recordaban otra época tan lejana como cercana.
¿Qué has soñado?
¿A quién miras en el espejo?
Tengo que decirloJimin recordó su mañana aquel día ¿qué vio en el espejo? Vio esto: A las personas que amaba cantando las letras que él había construido con su dolor, alegría y frustración. Él vio las luces moradas resplandecientes envolviéndolo.
Sigue tu camino
Incluso si vives por un día
Haz algo
Deja fuera tu debilidadPor un momento, creyó que los chicos, chicas, señoras, señores, niños, niñas que cantaban a todo pulmón sin inhibición se quedarían sin voz. Pero, la magia de un sentimiento en común los protegió como un manto que cubría sus hombros, su corazón y su alma.
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Serendipity / Jikook
FanfictionBTS creó epifanías, sueños y hechos imposibles en su camino musical donde ellos fueron el lazo que unía a millones de fans alrededor del mundo. Sin importar el género, la edad, orientación o religión. Diez años después de su disolución, Jimin y Jung...