Capítulo 1: Un accidente

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Antes de empezar esta historia quisiera dedicar unas palabras de agradecimiento a esa diosa de la luna que siempre metes ideas en mi mente (jajaja sí, es tu culpa que piense tantas cosas en mi mente 7u7). Pero en fin, como no quiero hacer este cuento largo, esta historia la escribí solo para poder hacer catarsis de tantas cosas y sentimientos que se aglomeran dentro de mi por estas historias, que siempre lees, por lo que quería escribir una historia que te gustara. en pocas palabras solo quiero decir que t la dedico porque eres quien inspira mis palabras, disculpa que no sean las mejores y que sea un poco torpe en esto, pero hace mucho que me di cuenta que siempre has sido mi musa.

Gracias.

Esta historia es de mi autoría, pero los personajes le pertenecen a  la autora de Mo Dao Zu Shi. Ahora sí, sin más que añadir, por favor disfruten esta historia, consta de 10 capítulos que iré subiendo cada uno poco a poco. es mi primer fanfic sola y espero que les guste.

Jiang Cheng suspiró por tercera vez al ver como pasaban otros diez minutos sin que su hermano apareciera

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Jiang Cheng suspiró por tercera vez al ver como pasaban otros diez minutos sin que su hermano apareciera. Podía sentir el enojo subiendo por sus venas, pero se obligó a relajarse ya que Lan QiRen se encontraba en la habitación bebiendo su té tranquilamente y no quería perturbar la paz de anciano. No entendía el por qué de esta situación pero estaba relacionada con una carta que él recibió hace poco de Wei Wuxian indicando que debía venir a Recesos de la nube para hoy en la tarde, puesto que debía decirle algo importante.

Claro que lo que sea que Wei Wuxian pudiera informar, resultaba que no debía de serlo tanto si se daba la osadía de llegar 30 minutos tarde a su propia reunión, eso o ya ni se acordaba del asunto lo que era incluso más ofensivo para los presentes. Aunque siempre podía romperle las piernas a su hermano cuando lo vea por tal importuno a su persona, pero sería difícil burlar al Lan menor que siempre lo acompañaba.

Jiang Cheng no le quedo de otra más que solo suspirar, la verdad luego de tantos acontecimientos entre su hermano y él, volver a esta vieja rutina de pequeños intercambios no era tan malo. No pensaba que todo volvía a como era antes, pero al menos los dos lograban relacionarse como seres humanos y eso en gran medida debido a que todos los secretos al fin estaban a la luz entre ellos. La puerta del Hanshi se abrió y una silueta vestida totalmente de blanco apareció. Por un momento el corazón de Jiang Cheng dejó de funcionar al ver a Lan Xichen aparecer con una suave sonrisa.

-Hola tío, líder de secta Jiang espero que disculpen mi tardanza- exclamó el jade mayor con un tono de voz suave que hizo que la piel de Jiang Cheng se erizara- es solo que nos costó revisar al Joven Wei si no se despierta.

-¿cómo? ¿Sigue durmiendo ese sinvergüenza?- exclamó Lan QiRen que solo resopló.

-tío ten un poco de paciencia, por favor- exclamó Xichen sentándose en la mesa- es solo que vienen de ver al médico.

-como así- exclamo Jiang Cheng preocupado- está enfermo ¿es grave?

Si todos estaban reunidos allí debía ser grave es lo único que pudo pensar el de ropajes púrpura lo cual lo hizo preocuparse un poco. El cuerpo de Jiang Wanyin se tensó ante la idea de volver a perder a su hermano, un escalofrió lo recorrió y se dispuso a levantarse, sin embargo el suave roce de una mano sobre la suya hizo que su cuerpo se relajara. Lan Xichen solo dedicó una suave mirada sobre él y eso había bastado para controlar la tormenta interior que se desataba dentro del Jiang, una mirada y su mundo había vuelto al pacifico orden y calma que ese hombre desborda.

El loto en la nubeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora