FINAL

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•Tzuyu•

Cuando menos me di cuenta el beso había terminado, lamí mis labios teniendo los ojos puestos en Sana la cual me miraba con una pequeña sonrisa que adornaba sus rosadas mejillas por la falsa de aliento. Volví los pies a tierra cuando bajo de mis piernas y se sentó a mi lado, con la mirada confirme que Elkie no estaba.

-Estos besos, ¿serán así de seguidos? -pregunté después de darle un sorbo a la bebida que la japonesa había traído-

-Tal vez, ¿por qué preguntas? -pasé mi mano por mi cuello nerviosamente al tener los ojos seductivos de Sana sobre mi aún mientras sonreía-

-Por nada -me dedique a seguir tomando, no quería decir algo vergonzoso-

La música era cada vez más fuerte y movida, Sana movía su cabeza al ritmo mientras bebía, ya estaba terminando su vaso, no quería que la cita fuera aburrida, que solo nos la pasemos sentadas y bebiendo, eso ya lo hacemos en mi casa los domingos. De un trago terminé mi bebida y tomé la mano de la chica logrando tener su atención, era ahora o nunca, bailes escolares, no me fallen ahora.

Sin decir nada, me levanté llevando a Sana a la pista de baile, solo pedía no verme como estúpida mientras bailaba. Al estar en la pista me voltee hacia ella, di un profundo respiro y comencé a bailar, estaba de más decir lo pendeja que me veía, Sana paso de rostro de emoción a casi reírse en mi casa.

-Tzuyu, pareces personaje de Phineas y Ferb bailando -detuve mi baile de inmediato, de nuevo pedía que la tierra me tragará- no te deprimas, me pareció adorable, pero ¿te parece si yo dirijo el baile? -sin esperar mi respuesta la japonesa tomo mis manos y las llevo a su cintura-

Sana comenzó a moverse entre mis manos al ritmo de la ahora lenta música, cada movimiento que hacía disminuía el espacio entre nosotras, tragué saliva e inicie a mover mis manos por su cuerpo a la vez que movía el mío un poco torpe pero ella no le importaba. Mi mejor amiga dio media vuelta pegando su espalda y trasero a mi mientras se movía de forma muy sensual, juro que casi el momento fue grabado en mi cerebro.

En movimiento rápido abrace la cintura de Sana y coloqué mi cabeza en su hombre mientras nos movíamos la una con la otra. Inconscientemente la música se me hizo sorda, mis labios comenzaron a acariciar su cuello y oreja lentamente, podía sentir sentir como había temblado por aquella pequeña acción, no quería detenerme, di algunos besos en su piel sin detener el baile.

-¿Ya podemos ir a otro sitio? -susurre en su oreja, sonreí cuando Sana asintió como respuesta-

Detuve el baile y tomando nuevamente su mano salimos del club, obligué a mi cerebro mantenerme segura porque si me ponía nerviosa lo que quería que pasará no iba a pasar porque soy maricona cuando se trata de Sana, literalmente.

Subimos al auto en silencio, tenía una idea, un poco ilegal, donde podíamos ir y tener privacidad. Encendí el auto y conduje donde tenía en mente. Le di un pequeño vistazo a Sana, sus manos agarraban y jugaban con el borde de su vestido, también noté que mordía su labio con nervios, Dios mío, esto en serio iba a ocurrir.

Llegamos a un pequeño sitio donde se podía ver parte de la ciudad, estacione y apagué el vehículo. Me di varios segundos para procesar que continuaba, era obvio que quería hacer pero no sabía como decirlo o accionar, no iba a preguntar, ¿tenemos sexo en el auto?

-Sana, yo, bueno, ¿cómo me explico? -cada palabra que salía de mi boca era una estupidez-

-Quiero hacerlo contigo, Chewy -miré a Sana un poco sorprendida y casi se me cae la saliva al verla empezar a quitar su vestido, dejándome ver su rosada y bonita ropa interior-

Cuando tu mejor amiga es hetero curiosa •Satzu•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora