En esta cuarta temporada la manada busca a Derek lo que los lleva a México. Ahí descubren algo impactante.
Logran encontrar a Derek pero hay un pequeño problema con él.
Un nuevo estudiante llega, él es normal hasta que pasa algo lo cual obliga a la...
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- No parece tan malo.- Habló Stiles mirando alrededor.
Y si, no se porque me sorprende encontrarme en medio de un pueblo mexicano buscando a Derek.
Típico.
- El pueblo es bonito. El plan es un asco.- Opiné.
- ¿Qué hay de malo con el plan?- Preguntó Stiles ofendido.
- Es el plan más estúpido que has hecho.- Respondí..
- Sé que no es el mejor.-
- Vamos a morir.-
- ¿Dices eso como fénix o sólo estás siendo pesimista?- Preguntó Stiles.
Ambos caminábamos por el pueblo.
- La verdad es que he tenido un dolor de estómago desde que llegamos.- Respondí.
- Eso es solo porque no hemos comido.- Habló Stiles y bufé.
- Tengo hambre.- Me quejé. - Pero aún así este plan es tonto y vamos a morir.-
- Gracias.- Habló Stiles sarcásticamente.
[...]
Ambos caminábamos por un callejón hasta llegar a una construcción donde había hombres en la puerta.
- Vinimos a la fiesta.- Hablé español y ellos nos miraron y negaron.
Stiles sacó algo de su bolsillo. Era una carta con una calavera. El hombre apuntó una cámara con la cabeza y Stiles le mostró la carta a la cámara.
La puerta se abrió y los hombres se hicieron a un lado dejándonos entrar.
Nosotros entramos y la puerta se cerró. Ambos giramos la vista y luego nos miramos entre sí para seguir caminando.
El piso y las lámparas que estaban en la pared se sacudían. Stiles abrió la puerta y el sonido de la música llenó nuestros oídos.
Era una gran fiesta con muchas personas bailando y bebiendo. Ambos caminamos hacia la barra de bebidas y nos sentamos.
Un mesero puso dos pequeños vasos frente a nosotros. Fruncí el ceño y miré la bebida. La acerqué a mi nariz para olerla.
- ¿Qué haces?- Preguntó Stiles.
- Solo la huelo.- Respondí alzando ambas cejas.
Stiles buscó su billetera en su pantalón y aproveché para tomar la bebida rápidamente haciendo una mueca al sentir el licor en mi garganta.
- No. Invita la casa.- Habló un hombre llegando y lo tomó de los hombros. - Los adolescentes estadounidenses no cruzan la frontera para rechazar un trago.-
