OPPSS UNO
Gianna Ferrari
Sentada cerca de mi ventana, observo cada estrella que se encuentra en el poderoso cielo. Todos tenemos una o varias rutinas en nuestra vida, estas siempre suelen ser las mismas, sin embargo, la mía, no es común de ver, pues mi rutina consta de: Mirar las estrellas y dejar que cada una de ellas, arranque a la fuerza un temor de mi mente, cuerpo y corazón. Sabes que la vida está jodida, cuando ya no le obsequias a esas figuras brillantes de arriba, tus sueños y metas, sino, ahora ellas mismas te deben arrancar todos tus temores, pues estos son tan fuertes, que en las mentes viven presentes y no te dejan soñar ni vivir en paz.
Tomo el teléfono, aceptando la llamada que ingresa.
—¿Sí?—Soy Máximo. Baja, te estoy esperando fuera del residencial —sofoco un grito al escucharlo ¿Fuera del residencial? ¿Quiere que baje?
—¿Qué fumaste? —No obtengo respuesta, lo que obtengo es el tono de cuando alguien corta una llamada. Me coloco un cárdigan para abrigarme un poco. Desciendo las escalaras en silencio para no despertar a nadie. Acepto la llamada que llega nuevamente a mi teléfono.
—¿Qué? —respondo.
—¿Ya vienes? —pregunta.
—Si no me llamaras, tal vez, sí.
—Un minuto, Gianna —ordena y cuelga.
Sí papi, estúpido.
Camino por el residencial, observando su coche al otro lado de la reja que protege el residencial. Froto mis manos con fuerza, buscando algo de calor.
Al salir... la puerta de su Ferrari, se abre, permitiendo que lo pueda ver.
—¿A dónde tan abrigada? —Se burla.
—Al polo norte. —Ruedo los ojos —. No me jodas.
—¿Tan feo soy que no me quieres ver?
—No.
— ¡AH!, entonces te parezco guapo —intenta intimidarme.
Eres guapo, hermoso, delicioso.
Cállate.
—Nunca dije eso, dije que no me jodas.
—Como tú digas.
—¿Para qué querías que viniera? —indago.
—Para ensayar. —Se ríe.
—¿Te sientes bien? —cuestiono —. Son casi las 12 de la noche.
—¿Y?
—¿Y? Que tengo sue... —Pone sus dedos sobre sus labios. Lo miro sin entender qué le sucede.
—Ven —pide.
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Vehemente Pasión [+18]✅
RomanceEl sonido de nuestros cuerpos colisionando es satisfactorio y enfermizo; es algo prohibido y permitido. Dejarme consumir por sus llamas es un pecado que estoy dispuesta a cometer. Gianna Ferrari es una chica que estudia para convertirse en una baila...